Al menos 32 personas murieron y 65 resultaron heridas en Somalia en un ataque del grupo yihadista Al Shabab que comenzó la noche del jueves con la explosión de un camión bomba ante un hotel en Mogadiscio y siguió hoy con la toma de varios edificios.
El camión, de gran tamaño, explotó sobre las 21.00 hora local del jueves (18.00 GMT) en la puerta del hotel Maka Almukarama, situado en unas de las calles principales de Mogadiscio y rodeado de multitud de tiendas y restaurantes.
En el camión vehículo viajaban cinco atacantes que intentaron acceder al hotel -frecuentado por funcionarios del Gobierno somalí- para apoderarse del establecimiento, pero este quedó parcialmente destruido y huyeron a otros edificios cercanos, donde se atrincheraron.
Tras la explosión, que pudo oirse a varios kilómetros de la zona y causó cuantiosos daños materiales en tiendas y vehículos aparcados en la calle, se escucharon ráfagas de disparos.
El lugar del ataque continuó siendo escenario de tiroteos durante buena parte del viernes, hasta que las fuerzas de seguridad somalís consiguieron abatir a los dos atacantes que seguían con vida sobre las 18.00 hora local (15.00 GMT).
El ministro somalí de Información, Dahir Geele, anunció esta tarde que la operación había concluido y que se había conseguido rescatar a varios civiles que se encontraban en el interior de los edificios.
“Ha tomado más tiempo del previsto porque los atacantes tenían rehenes, y nuestros equipos de seguridad no podían eliminar a los civiles junto a los enemigos”, explicó Geele, en declaraciones a los medios.
El ataque se cobró la vida de 32 personas, evacuados a varios hospitales de la capital somalí, según el recuento proporcionado a Efe por el servicio de ambulancias de Amiin, el único gratuito que funciona en Mogadiscio, y fuentes hospitalarias.
Sin embargo, la cifra podría seguir subiendo, ya que los equipos de rescate han comenzado a excavar entre los edificios derrumbados.
Se trata del ataque más letal en la capital, después del perpetrado por el mismo grupo yihadista el 14 de octubre de 2017, en un ataque con camiones bomba con las mismas características, en el que murieron más de 500 personas y cientos resultaron heridas.
Entonces, en el peor atentado de la historia de Somalia, Al Shabab también tuvo como objetivo un hotel, el Safari, situado en la conocida como intersección K5, una de las zonas más populares de la capital y sede de oficinas gubernamentales, hoteles y restaurantes.
En aquella ocasión, un segundo ataque se produjo poco después con la explosión de otro camión bomba en un concurrido mercado de la capital, situado junto a la antigua sede de la aerolínea nacional Somalia Airlines en el distrito de Wadajir.
El Gobierno español condenó hoy “con toda firmeza” el ataque iniciado este jueves, y ofreció su colaboración a las autoridades somalís “en su lucha contra la lacra terrorista”.
En un comunicado, el Ejecutivo español expresó también su “más profundo pesar” a las familias de los fallecidos y el deseo de recuperación a los heridos, y subrayó su anhelo de que “Somalia alcance pronto la paz y la estabilidad que tanto merece”.
La organización terrorista, que se afilió en 2012 a la red internacional de Al Qaeda, controla parte del territorio en el centro y el sur del país y aspira a instaurar un Estado islámico de corte wahabí en Somalia.
Según analistas locales, los problemas internos del Gobierno y sus distanciamiento con la cúpula del Ejército han permitido a Al Shabab recuperar su capacidad de atentar a gran escala.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.
EFE