El único pecado de los hermanos Caballero fue reconocer a los delincuentes que ingresaron a robar en su vivienda la noche del miércoles. En un principio se presumía de un posible secuestro o venganza, pero según las autoridades, el móvil del doble homicidio fue el robo.
Las investigaciones del caso dieron como resultado la captura de siete de los implicados en el crimen, y fueron ellos quienes contaron a detalle como ocurrieron los hechos.
Katherine Caballero (26) y Miguel Caballero (29) vivían en una quinta ubicada en el sector Las Marías de la población Barbacoa en el estado Aragua. Ellos llegaron a su casa a eso de las siete y media de la noche del viernes y cuando entraron se encontraron a los delincuentes en pleno robo.
Los asaltantes ingresaron a la casa por la parte trasera y rompieron las cámaras de seguridad de la zona posterior, pero nunca se dieron cuenta que las cámaras del frente de la vivienda funcionaban, y que terminarían siendo la evidencia que ayudó a esclarecer el caso.
Al darse cuenta del robo los hermanos Caballero fueron sometidos y torturados por horas. para los hampones no había otra opción, debían matarlos o los delatarían. Pensaron en posibilidades para desvirtuar el caso, y trataron de fingir un secuestro amputándole el dedo a Katherine.
El robo y homicidio
De la vivienda se llevaron una camioneta Chevrlet modelo Luv Dmax, una moto Kawasaki modelo KLR, televisores, productos de línea blanca, dinero en efectivo, dólares, oro, prendas de lujo, relojes y computadoras.
Del lugar salieron con las víctimas y las pertenencias hasta una zona de la población El Sombrero, en el estado Guárico, y allí los mataron. A Katherine le propinaron un tiro en la cabeza y la golpearon, mientras que a Miguel le dieron dos disparos en la cabeza, le desfiguraron el rostro y lo apuñalaron.
Luego quemaron la camioneta en el mismo lugar y huyeron del sitio del suceso.
Las investigaciones
Las averiguaciones de lo ocurrido iniciaron la mañana del sábado, cuando la señora de servicio ingresó a la vivienda y la encontró desordenada, sin pertenencias y mucha sangre en el piso.
De inmediato llamaron a las autoridades y fue el Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (Conas) de la Guardia Nacional junto a la policía científica quienes empezaron a investigar.
Cuando observaron los registros fílmicos de la cámara de seguridad se dieron cuenta de lo que ocurrió y se logró dar rápidamente con las identidades de los implicados.
En total fueron capturados siete de los asaltantes, entre ellos un efectivo de la Guardia Nacional. Otro guardia implicado, de nombre Frecny Ramírez resultó muerto durante un enfrentamiento con el Conas.
Aún queda por capturar a un delincuente identificado como Ñemerito, quien huyó con el dinero y varias pertenencias de las víctimas.
Caraota Digital