El enólogo australiano Tim Whitrow estaba controlando su viñedo cerca de la ciudad de Adelaida, y dejó su auto con el aire acondicionado encendido y una puerta abierta, para que su perro no sufriera calor mientras lo esperaba. Cuando volvió del recorrido, Whitrow se encontró con una sorpresa: un koala se había subido al asiento trasero, informa la cadena 9News.
El australiano publicó un video en su cuenta de Facebook, en el que se ve cómo trató de echar al pequeño animal del auto, pero este se negaba a dejar su confortable nueva morada. Lo único que logró Whitrow fue que el koala se pasara a los asientos delanteros y luego hacia el tablero de automóvil. Al parecer, tanto la presencia humana como la del can no ahuyentaban al marsupial.
Finalmente, el hombre pudo echar al koala, que aunque dejó la marca de sus garras en el vehículo, hizo vivir una experiencia feliz a Whitrow, según afirmó.
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