Los industriales de Carabobo, en asamblea general de urgencia, analizaron los rumbos de la crisis nacional, agudizada por el colapso de los servicios de electricidad y suministro de agua, y en perspectivas, con estudios actualizados presentados por el politólogo John Magdaleno, quedaron en alerta, ante mayores y más graves eventualidades por venir, de orden social, políticos y económicos.
La emergencia, con la mayor crudeza, fue revisada en una plenaria convocada por la Cámara de Industriales, que lidera actualmente el ingeniero Luis A. Hernández, cuya agenda incluyó dos puntos claves para la discusión inicial: la situación de extrema gravedad del servicio nacional de electricidad y la escasez en el suministro de agua, con exposiciones técnicas del ingeniero José Puchi, y de la especialista Ileana García Castrillo, respectivamente.
Al doctor Magdaleno, como invitado especial, se le reservó el análisis medular de la crisis del país y sus posibles salidas, como atenuantes para enfrentar con éxito la aguda situación que ha llevado a la paralización del aparato productivo manufacturero nacional, a la implacable hiperinflación, al éxodo masivo de familias venezolanas y al quiebre inexorable de numerosas empresas fabriles y comerciales, entre otras consecuencias.
El ponente se paseó, con intensidad y elocuencia, por casos específicos de transición en 88 gobiernos autoritarios, que en la historia se han transformado luego en alternativas democráticas tangibles y reales, para referir con testimonios a mano, que han sido episodios difíciles, como es el que enfrenta Venezuela, en las actuales circunstancias.
Abogó por las negociaciones como la fórmula más acertada y expedita para conseguir que la alianza autoritaria dominante ceda a las presiones de los sectores democráticos, aunque advirtiendo, con mucha claridad, que siempre hay costos y sacrificios de por medio a la horade la ruptura final, que tenemos que asumir.
Reitero su tesis de que en Venezuela se han perdido varias oportunidades, para haber logrado el cambio que las mayorías están reclamando, y mencionó como caso específico las elecciones presidenciales de mayo pasado, cuando Nicolás Maduro se proclamó ganador en un proceso al que concurrió casi solo.
El analista Magdaleno considera básica la presión internacional al igual que las presiones internas de calle, aunque insistió que lo más conveniente es mantener activos, como se mantienen, los escenarios de las negociaciones y los pactos de alto nivel y confidencialidad, en vez del aliento a la violencia o a los golpes de Estado, porque suponen más riesgos implícitos para los actores y para la sociedad civil en general.
Vaticinó que en Venezuela se producirá un cambio, indefectiblemente, porque la actual situación es insostenible y con tendencia a agravarse en los próximos días y meses, por lo que llamó a los industriales a prepararse para momentos más dramáticos y difíciles, y reiteró, casi con vehemencia, a tener fe y confianza en una salida negociada, pese a las voces radicales que vienen avalando la tesis de que las dictaduras no caen ni con diálogos y ni por elecciones.
-Será un proceso duro, de muchos traumas que demanda paciencia, pero al final “veremos luz en el túnel”, no sé en cuanto tiempo, concluyó.
El Carabobeño