Al margen de los apagones nacionales, registrados desde marzo hasta la fecha, el Zulia enfrenta una crisis eléctrica particular que acumula al menos tres años y que hoy se intensifica, por la alta indisponibilidad de su parque termoeléctrico y por la vulnerabilidad del sistema de transmisión que transporta la energía que se produce en la central hidroeléctrica de Guri hacia ese estado, al extremo occidental del país.
Nora Bracho, diputada a la Asamblea Nacional por esa entidad, señala que desde 2016 el servicio eléctrico en la región es deficiente. “Diariamente se reportan fallas, fluctuaciones de tensión, apagones. En esta oportunidad, el Programa de Administración de Cargas (PAC) o plan de racionamiento se incumple porque los cortes no se ajustan a los horarios definidos en el programa”.
En su opinión el Zulia “no debería depender” del potencial eléctrico del Bajo Caroní, en Bolívar. “El estado tiene once plantas termoeléctricas con las cuales podríamos autoabastecernos y apostar por el desarrollo de la región; pero ocurre que de ese total, solo están en funcionamiento cuatro”.
De las operativas, Termozulia cuenta con una capacidad instalada de 1300 megavatios (MW) y están disponibles 290 MW, la planta Rafael Urdaneta posee 270 MW y genera 40, Bajo Grande tiene 90 MW e inyecta 31 y, Guaicaipuro, de 54 proporciona 18 MW, precisa la presidenta de la Comisión de Servicios del parlamento.
Mientras tanto, las siete plantas restantes están totalmente fuera de servicio, advierte. Son ellas, Ramón Laguna, con capacidad instalada de 860 MW, San Timoteo con 100 MW, San Lorenzo 70 MW, Casima 76, Antonio Nicolás Briceño 86, Santa Bárbara 37, Parque Eólico La Guajira 25 MW. Las once máquinas alcanzan una capacidad de 2.768 MW, pero apenas están disponibles 379 MW, es decir, 13,69%; en otras palabras, 86,31% están inoperativas.
Además, explica, la energía del Guri no puede llegar al Zulia porque la vía aérea, que consta de 5 líneas y la vía lacustre con 3 líneas, no ejecutan sus funciones por falta de mantenimiento, de allí el apagón permanente en la región.
Alternativas
Ante la contingencia permanente de ese estado –caracterizado por una economía ganadera, petrolera, minera, agrícola y productora de lácteos– Bracho sugiere la compra de energía eléctrica a Colombia. “Antes, Venezuela suministraba electricidad a ese país, ahora podría hacerse en forma inversa” a través de la interconexión binacional.
Asimismo propone la “invasión masiva de inversiones y la garantía de suministro de combustible a las plantas térmicas zulianas”.
El Universal