El Congreso de Venezuela, controlado por la oposición, autorizó el martes el pago de unos 71 millones de dólares en intereses a tenedores del bono PDVSA 2020, buscando proteger de un embargo una refinería en Estados Unidos de la estatal petrolera, que sirve de garantía a esa emisión de deuda.
El equipo de Guaidó consiguió también la semana pasada una licencia especial de la Oficina que en Estados Unidos aplica y administra las sanciones económicas (OFAC por sus siglas en inglés) para gestionar ese pago a los bonistas del PDVSA 2020, dijeron dos fuentes con conocimiento del trámite.
La estrategia de la oposición venezolana es proteger los bienes propiedad del Estado en el exterior y una vez que tomó control de Citgo, una refinería filial de PDVSA en Estados Unidos y uno de sus principales activos fuera del país, intentan protegerla de cualquier acción de los acreedores.
El 27 de abril correspondía a PDVSA cancelar los intereses de ese bono al 2020, y se abría un período de gracia de 30 días para que los bonistas reciban el pago, antes de poder proceder contra Citgo, ya que la mitad de sus acciones sirven de garantía al título.
El gobierno de Maduro ha demorado en pagar más de 9.000 millones de dólares en vencimientos e intereses de bonos desde finales de 2017 y ha denunciado que las sanciones que impuso Estados Unidos impiden cumplir con los compromisos de deuda.
Una directiva transitoria de PDVSA en Estados Unidos, nombrada por Guaidó, será la encargada de tramitar el pago de intereses, tras conseguir la autorización del Parlamento y de la OFAC, según el informe aprobado.
Aún la directiva temporal de PDVSA en Estados Unidos evalúa cuáles fondos utilizará para cumplir con el pago de intereses, según las fuentes consultadas. Un portavoz de esa junta no quiso comentar sobre el caso.
La oficina de PDVSA en Caracas no respondió de inmediato a una solicitud de información.
Venezuela también demora en cancelar indemnizaciones de miles de millones de dólares a antiguos socios extranjeros, que amenazan también el embargo de Citgo para cobrar las deudas pendientes.
Reuters