El presidente ruso, Vladímir Putin, recibirá el martes al jefe de la diplomacia norteamericana, Mike Pompeo, para tratar de alcanzar un acuerdo sobre la crisis en Venezuela. Será una reunión sin precedentes tras el apoyo brindado por el Kremlin en los pasados meses al régimen de Nicolás Maduro, y un último intento por parte de la Casa Blanca de lograr un cambio de régimen por la vía diplomática. La iniciativa llega en un momento en el que el presidente encargado, Juan Guaidó, se consolida como el líder más valorado del país y los venezolanos se decantan por que el ejército de su propio país sea el que obligue a Maduro a abandonar el poder, según una encuesta elaborada el mes pasado y revelada ahora. Así lo reseña abc.es
Pompeo se verá con Putin y el ministro ruso de Exteriores, Sergéi Lavrov, el martes en la localidad de Sochi, en la costa del mar Negro. Según dijo ayer un alto funcionario norteamericano en una conferencia telefónica, «estamos en desacuerdo con el apoyo continuado de Rusia a Maduro y ese será el propósito de la conversación». «Nos preocupan las acciones de Rusia en Venezuela y creemos que apoyar a Maduro es apostar a caballo perdedor. Seguiremos con nuestra campaña de respaldo al pueblo venezolano, y ese será un tema para debatir en la reunión», dijeron esas fuentes.
Hace una semana, el presidente estadounidense, Donald Trump, mantuvo una llamada telefónica de más de una hora de duración con Putin, en la que ambos dirigentes trataron varios asuntos, incluida la crisis en Venezuela. Después, Trump reveló a los medios que Putin le había expresado su disposición a llegar a un acuerdo que evite una crisis mayor en el país sudamericano. «Me ha dicho que no quiere inmiscuirse y que sólo quiere cambios positivos», dijo después de la conversación Trump.
Sin embargo, cuando el 30 de abril fracasó el intento de tomar el poder por parte del presidente encargado Guaidó, el secretario Pompeo culpó a Rusia de frustrar los planes. Según dijo Pompeo entonces, Maduro iba a evacuar el país con destino a Cuba, pero «los rusos le disuadieron». El Kremlin, por su parte, ha negado que interfiriera en ese frustrado plan de cambio de régimen en Venezuela.
Según ha revelado el enviado especial de EE.UU. para la crisis en Venezuela, Elliott Abrams, la oposición, encabezada por Guaidó y Leopoldo López, logró que varios jerarcas del régimen, incluido el ministro de Defensa, Vladímir Padrino, firmaran un acuerdo de 15 puntos cuya finalidad era aceptar la presidencia interina de Guaidó para que hubiera elecciones en el plazo de un año. Ese plan, por un motivo desconocido, se frustró.
Varios medios norteamericanos, entre ellos el diario ‹The Washington Post›, publicaron esta semana que a causa del fracaso de ese plan, Trump se sentía engañado por sus principales asesores en materia de política internacional, que son el secretario Pompeo y el consejero de Seguridad Nacional, John Bolton. El jueves, sin embargo, Trump negó que tenga dudas sobre la estrategia elegida de cara a Venezuela. «John [Bolton] tiene opiniones fuertes sobre los temas que le importan. Es cierto que es un ‹halcón› en algunos temas, y yo tengo que atemperarle en muchas ocasiones», dijo el presidente a la prensa.
Lo cierto es que Bolton ha abanderado la causa del cambio de régimen en Venezuela con una determinación sin precedentes: ha reconocido a Guaidó, ha logrado que hagan lo mismo 54 naciones, ha endurecido las sanciones y ha dictado un embargo al crudo venezolano que está asfixiando al régimen. La semana pasada Bolton llegó a plantarse en el Pentágono con Pompeo para hablar de intervención militar con el estado mayor de las fuerzas armadas.
Ayer, el jefe del Comando Sur norteamericano, que supervisa las operaciones en Sudamérica, dijo que está dispuesto a tender una mano a los generales venezolanos que decidan apoyar a Guaidó. «Cuando me invite Juan Guaidó y el gobierno legítimo de Venezuela, vamos hablar sobre nuestro apoyo a aquellos líderes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que tomen la decisión correcta, que respeten a los venezolanos primero, y se restaure el orden constitucional. ¡Estamos listos!», dijo en la red social Twitter el almirante Craig Faller.
Estas acciones emprendidas por EE.UU. han tenido un buen recibimiento en Venezuela, según revela una encuesta realizada en abril. El sondeo, elaborado por el Grupo Albright Stonebridge Group (ASG), revela que un 65% de los venezolanos quiere que Maduro dimita y Guaidó convoque elecciones. La segunda opción preferida, en un 62%, es que EE.UU. y sus aliados incrementen las sanciones financieras y diplomáticas sobre los dirigentes del régimen para forzar un cambio. En tercer lugar, un 60% cree que una alternativa adecuada sería que el ejército venezolano retire a Maduro por la fuerza.
Guaidó, el más valorado
Respecto a la posible intervención militar de EE.UU., un 43% cree que no debería considerarse. Entre el resto, que es mayoría, un 41% opina que “este es el momento en que debe considerarse una intervención militar para resolver la crisis en Venezuela” y el 14% restante no la descarta pero cree que ahora sería prematura.
El sondeo se elaboró a través de 980 entrevistas personales dentro de Venezuela entre el 11 y el 28 de abril de este año, dos días antes del pronunciamiento fallido de Guaidó instando a los militares a que forzaran la salida de Maduro a Cuba. La consultora lleva haciendo encuestas en ese país desde 2003. Y el margen de error es del 3,1%.
Según explica Mark Feierstein -experto en demoscopia, asesor de la empresa que ha realizado el sondeo y ex alto funcionario en la Casa Blanca durante la administración de Barack Obama- la encuesta refleja claramente «grandes divisiones en la sociedad, el rechazo a Maduro pero la existencia de una base del régimen, un fuerte apoyo a Guaidó y una visión favorable tanto de EE.UU. como de sus países aliados». Este analista añade que hay una gran división sobre la idoneidad de que EE.UU. movilice tropas para deponer a Maduro.
Guaidó, que el 23 de enero se proclamó presidente encargado por dejación de funciones de Maduro, es el dirigente más valorado del país, por encima de los otros líderes opositores al chavismo. Un 54% tiene una impresión favorable de él, frente al 39% de Leopoldo López; el 30% de Maria Corina Machado, y el 29% de Henrique Capriles.
La Patilla