En la segunda jornada de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Venezuela continúa como tema central en un ambiente en el que los estados miembros buscan aumentar la presión y el cerco diplomático contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
Pese al consenso que existe entre varios de los países que integran el organismo multilateral, uno de los obstáculos que presentan los países aliados en apoyo al presidente de la Asamblea General de Venezuela, Juan Guaidó, es el apoyo persistente desde algunas naciones insulares del Caribe hacia Nicolás Maduro.
En el transcurso de la sesión, países como Bolivia, Nicaragua, México y Uruguay criticaron la presencia de una delegación venezolana en la OEA, tras la decisión anunciada por Nicolás Maduro en el 2017 de retirarse del organismo.
“Venezuela ya no es parte de la OEA y no debería ser eje de sus debates; más aún ahora que este organismo tiene que centrarse en temas urgentes que son de alto interés regional, como la grave crisis de los migrantes que buscan llegar al norte y mueren en esa ruta”, escribió en su Twitter el presidente boliviano, Evo Morales, posición que fue transmitida por su representante durante su alocución.
Ante la disyuntiva, se celebró una votación para aprobar o rechazar la presencia del delegado de Guaidó, Gustavo Tarre, tras la que se acordó aceptar su representación por mayoría de votos.
“Reconocimiento al gran esfuerzo de nuestro embajador Tarre para lograr nuestra incorporación plena en la Asamblea General de OEA. Un paso importante en nuestra lucha internacional”, pronunció por su parte el diplomático venezolano Carlos Vecchio.
La representación de Uruguay fue una de las que se retiró de la sala en rechazo a la medida.
Reuters