Más de 300 narcopistas del narcotráfico permiten el trasiego de drogas en la frontera con Colombia y a la vista de todos.
Fuentes policiales revelaron al portal Infobae que centenares de pistas clandestinas se extienden por la periferia del Lago de Maracaibo. Lo más desolador radica en que los aeródromos del narcotráfico se observan desde las carreteras y nadie hace nada.
En los últimos días productores agropecuarios detectaron al menos siete pistas de aterrizaje entre los municipios La Cañada de Urdaneta y Catatumbo. Los propietarios permiten bajo amenaza de muerte que los carteles del narcotráfico construyan las narcopistas.
Informes y reiteradas denuncias que se encuentran en manos de las autoridades indican que los ganaderos y sus trabajadores reciben amenazas si se oponen. Incluso funcionarios policiales y militares toleran la proliferación de narcopistas.
Hace algunos meses sicarios del narcotráfico asesinaron al expresidente de la Unión de Ganaderos de San José y Las Piedras (Ugsajop), Gaspar Enrique Rincón Urdaneta. A la víctima de 70 años, la acribillaron cuando salía de su finca y transitaba por el sector El Guamito.
Narcopistas a granel
Las bandas criminales creyeron que Rincón los había denunciado. Los productores agropecuarios temen por sus vidas y nadie se atreve a quejarse. Según el portal de noticias los funcionarios policiales y militares además extorsionan a los ganaderos que en sus predios tienen pistas clandestinas.
Usuarios de la carretera Machiques-Colón suelen usar las redes sociales para denunciar los aterrizajes de las narcoavionetas. Cuelgan videos y fotografías de los operativos que realizan las autoridades. Detienen el tráfico para que las aeronaves puedan aterrizar.
Tal vez por ello cada día son más habituales los siniestros de avionetas en diferentes narcopistas del narcotráfico. Los aeropuertos no controlados forman parte del paisaje de la frontera.
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