El presidente electo de Guatemala, el conservador Alejandro Giammattei, aseguró que no buscará la confrontación para alcanzar soluciones a la migración irregular con su par de Estados Unidos, Donald Trump, y espera que la relación con Washington esté basada en el respeto y la reciprocidad.
«Yo voy a ser respetuoso (con Trump) porque (…) las relaciones diplomáticas se basan en reciprocidad», dijo Giammattei en entrevista con la AFP, al aclarar que hará «planteamientos concretos» en el tema migratorio con el gobierno de Estados Unidos sin llegar a confrontarse.
«Si me tratan bien, trato bien, si me tratan mal, trato mal, pero no es ése el punto, aquí es no llegar a la confrontación», señaló.
Giammattei venció el balotaje del domingo con 57,95% de los votos, sobre el 42,05% de la ex primera dama socialdemócrata Sandra Torres.
El médico derechista, de 63 años, sustituirá en enero al actual mandatario Jimmy Morales por un periodo de cuatro años.
Giammattei dijo que ve «con preocupación» un convenio alcanzado con Washington por el gobierno de Morales para que Guatemala sirva como «tercer país seguro» para acoger a migrantes que soliciten asilo en Estados Unidos.
El acuerdo, que se concretó en julio en condiciones opacas, su contenido borroso y aún no ha cobrado vigencia, debe ser conocido por el Congreso, exigió el mandatario electo.
Trump llegó a amenazar a Guatemala con gravar sus exportaciones y las remesas familiares si el gobierno de Morales no firmaba el acuerdo, pero ahora el documento enfrenta varios recursos judiciales en Guatemala de sectores que señalan que el país centroamericano no tiene la capacidad de atender a los asilados.
Para Giammattei, el problema migratorio no es nuevo pero se ha agudizado al colocarse en el centro de la campaña electoral para las presidenciales de 2020 en Estados Unidos, en la que Trump busca un nuevo mandato de cuatro años.
«Yo entiendo la posición del presidente Trump por cumplir una promesa de campaña», concedió Giammattei.»Él está queriendo imponer a su electorado esa imagen del hombre que cumple con sus promesas».
Giammattei basa su plan de gobierno en atacar la pobreza que afecta a 6 de cada 10 de los 17,7 millones de guatemaltecos, además de enfrentar a la delincuencia que deja 4.500 muertos cada año, factores que empujan la migración ilegal a Estados Unidos.
Atacar origen
Para detener la oleada migratoria, el futuro gobernante, un exdirector del Sistema Penitenciario (2005-2007) que estuvo preso 10 meses en 2010, propuso destinar inversiones a las zonas fronterizas con México, de mayoría indígena.
Planteó crear «un banco de inversión» bajo el paraguas de la Organización de Estados Americanos (OEA) para fomentar el desarrollo rural, la agroindustria y mejorar la infraestructura a ambos lados de la frontera.
«La gente se va porque no tiene oportunidades de conseguir un empleo, porque no tiene vivienda, por los bajos niveles de salud y educación», aseveró el político.
Giammattei se reunirá la próxima semana con el mandatario salvadoreño, Nayib Bukele, para conversar sobre megaproyectos contemplados en Guatemala como la construcción de un tren rápido y un nuevo puerto marítimo.
También discutirá con Bukele sobre el combate a las temidas pandillas que causan zozobra en el norte de Centroamérica.
La CICIG «se acabó»
Sobre la lucha contra la corrupción, Giammattei descartó toda posibilidad de recurrir nuevamente a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig), un ente adscrito a la ONU que terminará su mandato el 3 de septiembre luego de una labor de 12 años en el país durante la cual reveló, junto con la fiscalía, varios casos de corrupción de alto impacto.
La CICIG «ya se acabó», dijo, recordando que Morales había decidido no renovar el mandato de la comisión, aunque aseguró que continuará el combate contra la corrupción que corroe el país centroamericano.
Giammattei reconoció que la misión «fue efectiva en algunos casos» pero criticó que se limitó a «la persecución penal del corrupto» y no a atacar las causas que generan la corrupción.
Añadió que su gobierno perseguirá a los carteles de la droga, «muchos de ellos mexicanos que están operando en Guatemala».
«El crimen organizado no respeta fronteras y siempre he creído yo que el enfrentamiento al crimen organizado tiene que ser multinacional», puntualizó.
AFP