Los científicos finalmente lograron encontrar evidencia de un fenómeno que han estado buscando durante años.
La Misión Magnetosférica Multiescala (MMS) de la NASA, que consta de cuatro naves espaciales idénticas, consiguió realizar las primeras mediciones de un choque interplanetario.
Los choques interplanetarios son un tipo de choque sin colisión, en el que las partículas transfieren energía a través de campos electromagnéticos en lugar de rebotar directamente entre sí, explicó la agencia espacial en un comunicado. Este fenómeno tiene lugar en todo el universo, por ejemplo en supernovas, agujeros negros y estrellas distantes.
Los choques interplanetarios comienzan en el Sol, que libera continuamente unas corrientes de partículas cargadas llamadas ‘viento solar’. La NASA ha publicado un video descriptivo que muestra el viento solar, que generalmente puede ser lento o rápido. Cuando una corriente rápida de viento solar supera a una corriente más lenta, crea una onda de choque.
«La MMS pudo medir el impacto gracias a sus instrumentos de alta resolución y velocidad sin precedentes. (…) Este conjunto de instrumentos puede medir iones y electrones alrededor de la nave espacial hasta seis veces por segundo. Dado que las ondas de choque a alta velocidad pueden pasar ante la nave espacial en solo medio segundo, este muestreo de alta velocidad es esencial para atrapar el choque», explicaron los especialistas.
La misión, lanzada en 2015, se centra en estudiar el entorno magnético que rodea nuestro planeta. En el nuevo estudio, los investigadores analizaron un fenómeno que ocurrió en enero del año pasado. Durante la observación, los dispositivos de la NASA captaron la primera prueba visual de la transferencia de energía que tiene lugar durante un choque interplanetario.
«El MMS obtuvo mediciones multipunto de partículas y de campo sin precedentes de alta resolución de un evento de choque interplanetario», indicaron los investigadores en un artículo, publicado en Journal of Geophysical Research.