Los diputados británicos se disponían este miércoles a aprobar una ley para evitar un Brexit sin acuerdo y previsiblemente rechazar la propuesta de elecciones anticipadas presentada por el primer ministro, Boris Johnson, cada vez más contra las cuerdas.
Tras arrebatar el control de la agenda parlamentaria al gobierno, la víspera, un nutrido grupo de opositores se disponía a presentar y votar una proposición de ley que obligaría al ejecutivo a pedir un nuevo aplazamiento de tres meses, hasta el 31 de enero, de la fecha del Brexit si no se logra un nuevo acuerdo con Bruselas antes del 19 de octubre.
La libra esterlina, que la víspera había caído a su nivel más bajo en tres años, subía hacia mediodía más del 1% frente al dólar, anticipando que el texto sería aprobado, dado que la oposición cuenta con el apoyo de 21 conservadores rebeldes que el martes votaron contra el gobierno para permitir la presentación de esta legislación.
Los insubordinados fueron inmediatamente expulsados del grupo parlamentario conservador por Johnson, quien respondió pidiendo la convocatoria de legislativas anticipadas.
Sin embargo, para adelantar los comicios -normalmente previstos para 2022- el gobierno necesita el apoyo de dos tercios de la Cámara de los Comunes y este miércoles parecía lejos de tenerlo.
Suspensión «legal» del parlamento
Los británicos decidieron salir de la Unión Europea (UE) por el 52% de votos en el referéndum de junio de 2016.
Sin embargo, el Brexit, inicialmente previsto para el pasado marzo, fue aplazado dos veces ante el rechazo del Parlamento al Tratado de Retirada negociado por la anterior primera ministra, Theresa May.
Johnson llegó al poder el 24 de julio asegurando que sacará al país de la UE el 31 de octubre, con o sin acuerdo.
Pero muchos diputados de todo el espectro político temen las consecuencias de una salida brutal del bloque, que dejaría al país en penuria de alimentos frescos, medicamentos y otros productos importados, al tiempo que le haría perder decenas de miles de millones de dólares en exportaciones.
Determinados a pararle los pies a Johnson, los diputados de la apodada «alianza rebelde» votarán tres lecturas consecutivas de su proposición de ley en un mismo día ante la falta de tiempo, ya que el primer ministro anunció que suspenderá las labores parlamentarias entre la segunda semana de septiembre y el 14 de octubre.Y el texto deberá todavía ser aprobado por los Lores, la cámara alta del parlamento.
Este mismo miércoles, la máxima instancia judicial civil de Escocia declaró legal la suspensión del parlamento decidida por el primer ministro.»Desde mi punto de vista, no hay infracción de la ley», dijo el juez.
Desconfianza ante nuevas elecciones
El controvertido líder de la indisciplinada cabellera rubia no está dispuesto a permitir que le impongan un nuevo aplazamiento del Brexit, al que se declaró firmemente opuesto.
Y tras perder la votación del martes, presentó inmediatamente una moción pidiendo la convocatoria de elecciones legislativas anticipadas.
Pero esta parece destinada al fracaso: pese a haber dicho en el pasado que deseaba elecciones generales, el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, afirmó que su partido votará en contra.
Corbyn teme, como otros partidos opositores, una treta de un primer ministro que califica de «deshonesto». Johnson podría posteriormente desplazar los comicios a después del 31 de octubre y llevar a cabo, mientras tanto, un Brexit sin acuerdo.
En un acalorado debate parlamentario, Johnson desafió el miércoles a Corbyn a votar a favor de elecciones el 15 de octubre para «permitir que la gente de este país exprese su punto de vista».
El ejecutivo deberá esperar sin embargo que la proposición de ley sobre el aplazamiento sea votada en su tercera lectura para hacer votar su propuesta electoral, lo que pronostica una larga sesión hasta bien entrada la noche.
Como en días anteriores, el grupo proeuropeo People’s Vote (el voto del pueblo), que milita por un segundo referéndum, convocó una concentración en Westminster.
Desde Bruselas, la Comisión Europea estimó este miércoles que ha aumentado el «riesgo» de una salida británica del bloque sin acuerdo.»El poco tiempo que queda y la situación política en el Reino Unido aumentó el riesgo de que el Reino Unido se retire en esa fecha sin acuerdo», señaló el ejecutivo comunitario en un documento sobre la finalización de los preparativos para hacer frente a un Brexit sin acuerdo el 31 de octubre.