No es normal un gobierno que no gobierne, ni normal es un régimen cuyo único objetivo es permanecer en el poder, que no le interesa la gente y sus afanes, ni el pueblo y sus necesidades, sino el provecho de la camarilla gobernante y de sus aliados. No es normal que un gobierno ceda, total o parcialmente, la soberanía de su país a otros gobiernos, a Cuba y Rusia, que ceda territorio y soberanía al crimen organizado, al narcotráfico, a la guerrilla colombiana y al terrorismo internacional. Eso no es normal ni aceptable, hay que rechazarlo de palabra y acción.
Normal es lo regular, lo que se hace de conformidad con la norma, anormal es lo irregular, lo que se hace contra laregla, es lo anómalo y extraño. Lo usual no hace normal un hecho o circunstancia;el que se haga comúnmente no regulariza ni justifica su aceptación. Que haya gente, mucha gente obligada a comer de la basura, no hace ese hecho normal; que el sueldo -retribución por el trabajo realizado- esté lejos de alcanzar lo mínimo para subsistir, por más que sea común y que así le ocurra hoy a más del 90% de los venezolanos, eso no es normal, no debemos acostumbrarnos ni aceptarlo como irreversible.
Rechazar lo anormal en la vida de la República, es lo que nos exigen la Constitución, la justicia y la equidad. Rebelarse contra el desacato a la Constitución es un imperativo, el pueblo de Venezuela, de conformidad con el artículo 350 de nuestra Carta Magna, “desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos”. A esta altura, luego de más de 20 años y medio en proceso de constante deterioro de la constitucionalidad y de violación de los derechos humanos -como quedó palmariamente demostradoen el Informe Bachelet-la rebeldía y el desacato al régimen traidor es una orden constitucional, es una razón de justicia.
Es usual en Venezuela y en nuestros cuarteles la presencia de oficiales y soldados cubanos, y ahora también de rusos con uniformes de soldados de la patria. Eso no es normal. El artículo 187 constitucional establece que corresponde a la Asamblea Nacional “autorizar el empleo de misiones militaresextranjeras en el país”. La Asamblea Nacional no ha autorizado esa presencia, menos aún los ha autorizado a comandar nuestras tropas. Eso no es normal y contraría la misión de nuestra Fuerza Armada, “garantizar la independencia y soberanía de la Nación y asegurar la integridad del espacio geográfico” (Art. 328).
Es usual la corrupción, pero no es normal. Este régimen en dos décadas arruinó el país, hoy pobre y moribundo, con una dirigencia del régimen opulenta, nadando en dinero mal habido que no haya cómo invertir,ya que gracias a las sanciones internacionales, han comenzado a congelar cuentas y a decomisar bienes producto de la corrupción.
Que el régimen haya entregado paulatinamente en 20 años la soberanía venezolana en Guyana no es normal, fue la acción antipatriótica de Chávez al atender instrucciones de Fidel Castro para hacer coincidente nuestra política con la política cubana con Guyana, en procura del voto de los países del Caricom en los organismos internacionales. Chávez y Maduro los dejaron hacer de su cuenta, les permitieron ejercer soberanía, con lo cual se debilitan gravemente los títulos venezolanos.
Este régimen está más que agotado, todo en él es anormal. Transitar el sendero de la reconstrucción nacional, de la democracia y la plena soberanía, de la economía y riqueza de todos y para todos, de la iniciativa plena de los ciudadanos, constituye el desafío. Tener como meta un país de gente feliz, eso es lo normal. No podemos entregarnos, no podemos acostumbrarnos a lo anormal. Perder la esperanza está prohibido, sigamos batallando. El fin se acerca.
Paciano Padrón / pacianopadron@gmail.com / @padronpaciano