Los CLAP registran sus límites más bajos de distribución en el país
Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción llegaron a su nivel más bajo en distribución a la población desde que empezó en 2016, informó Edison Arciniega, director de la organización Ciudadanía en Acción.
“En ningún momento los CLAP habían llegado a los límites que están llegando hoy. En ningún momento habían llegado a cubrir 3 millones de familias”, dijo.
La organización denuncia que los comités de ayuda registran una baja en el número de familias que lo reciben, la cantidad de comida que distribuye y un aumento en el tiempo en el que son entregados.
Ciudadanía en Acción contabilizó que para el mes de agosto solo 2.577.699 familias recibieron el CLAP, por lo que 3.577.855 hogares dejaron de recibir la ayuda.
De enero a agosto, el reparto de las cajas se eliminó en 787.477 hogares. Arciniega comenta que menos del 10% de la población más pobre depende del CLAP para comer.
“Estamos ante un fenómeno en el cual el Estado no está administrando sus cargas alimentarias debido a una caída rudimentaria en la capacidad de suministrar alimentos a la población”, aseguró.
El número de cajas se redujo casi a la mitad entre enero y agosto de este año. El primer mes se ofrecieron 6.016.478 cajas, y en agosto 3.026.267.
Con los CLAP el régimen pretende dominar a la población a través del hambre
Peso y contenido
En enero, los comités no tenían casi déficit de entrega en productos como la harina de maíz, arroz, pasta, azúcar y lentejas. Ocho meses después la cantidad de estos alimentos se redujeron en la caja.
Actualmente, las caraotas dejaron de estar en el CLAP. La harina de maíz tiene un déficit de casi 25%, al igual que la salsa de tomate y la mayonesa. El azúcar se entrega en menos del 75% de los hogares que lo reciben.
Los comités deberían ofrecer 2.500 calorías por familia. En agosto tuvo una falta de 89,98% en su capacidad para distribuir alimentos para los venezolanos.
Sanciones
“En la medida que las sanciones impactaron, hubo una sincronización en la caída del volumen suministrado en el CLAP”, dijo Arciniega.
Explicó que las sanciones restringieron la capacidad del régimen de importar los alimentos para surtir los comités.
Asegura que no solo el régimen se ve afectado: también la empresa privada. Pero señaló que el país tiene la capacidad para producir esos alimentos en Venezuela.
Por su parte, Delsa Solórzano, diputada a la Asamblea Nacional, apuntó que el régimen de Nicolás Maduro quiere matar a los venezolanos a través de la escasez de alimentos.
“Un país que come una sola vez al día tiene una guerra económica para su mesa y es una guerra que tiene que ganarle a la satrapía de Maduro que se empeña en acabar con los venezolanos», añadió.
El director de Ciudadanía en Acción estima que para el mes de octubre haya una caída mayor en el reparto de los CLAP.
El Nacional