Nicolás Maduro no quiere salir de Venezuela ni para ir a la ONU. Dice estar más “seguro” en el país, aunque una fuente de la Cancillería en Caracas sostiene que su temor es porque existe la posibilidad de que se emita un dictamen de la Corte Penal Internacional que podría someterlo a un escenario fuera de su control en Estados Unidos. Ya suma un año sin salir del país.
Nicolás Maduro nota cómo se cierra el cerco y ahora ha renunciado hasta a salir de Venezuela para ir a la Asamblea General de las Naciones Unidas que se inicia la próxima semana. Será protagonista, pero por las innumerables denuncias de promoción de terrorismo y la alianza con las FARC y el ELN que expondrá el gobierno de Colombia.
“Yo fui el año pasado a Nueva York. Este año no voy a ir, este año me quedo con ustedes trabajando en Venezuela, bien seguro y bien tranquilo”.
No se siente seguro fuera de Venezuela, ni dentro tampoco. Ha tenido que lidiar con sus propios escándalos de traición de personajes muy cercanos, como Hugo “El pollo” Carvajal, director de Contrainteligencia Militar, hoy procesado en España con pedido de extradición de EEUU y quien llama a derrocarlo.
Una comisión de investigación contra Maduro en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU puede terminar de consolidarse en los próximos días por las presiones de líderes políticos, organizaciones y gobiernos que pujan por estrechar el cerco al régimen. Cualquier resultado puede conllevar una reacción coordinada con la Corte Penal Internacional.
O también Cristopher Figuera, un jefe de inteligencia que habría liberado a Leopoldo López de su arresto domiciliario y que ahora aporta datos a EEUU sobre el amparo de Maduro a la guerrilla colombiana.
Así Maduro soltó una frase que denota temor, aunque la haya intentado matizar asegurando que su vicepresidenta Delcy Rodríguez y su canciller Jorge Arreaza llevarán 12 millones de firmas a la ONU para denunciar al gobierno de Estados Unidos por las sanciones contra su régimen.
Una fuente de la Cancillería de Maduro en Caracas asegura al diario ALnavío que este no va a Naciones Unidas por temor a que una probable acción de la Corte Penal Internacional (CPI) lo ponga en riesgo.
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