Desde 2017 hasta julio de este año, 586 venezolanos fueron asesinados en Colombia, según la data del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses de ese país.
El registro empezó en 2017, y ese año se contabilizaron 21 hombres y 3 mujeres asesinadas con arma blanca, 62 hombres y 12 mujeres en 2018, mientras que hasta julio de este año la estadística sumó 62 hombres y 10 mujeres.
Por armas de fuego se registraron 366 homicidios. En 2017, 58 casos –solo cuatro fueron mujeres–; 167 en 2018, de los cuales 13 fueron mujeres; y hasta julio de este año, 129 hombres y 12 mujeres.
También murieron venezolanos durante riñas. Desde 2017 hasta julio de este año ocurrieron 50 casos, 47 hombres y 3 mujeres.
El Instituto Nacional de Medicina Legal, de Bogotá, contabilizó otras 193 muertes violentas de venezolanos, pero no indicaron las causas.
Hasta junio de este año, un estudio revelado por Migración Colombia apuntó que, más de 1.400.000 venezolanos se encontraban en territorio colombiano.
2018: año de la xenofobia y sus consecuencias
De acuerdo con las cifras recabadas por el organismo forense de ese país, 2018 representó el año con la cifra más elevada de venezolanos asesinados.
Ese año, la revista Semana de Colombia alertó sobre el fenómeno de la xenofobia: emisión de amenazas, lanzarles bombas molotov, odio, recelo, hostilidad y el rechazo hacia los venezolanos.
“Van desde las agresiones que reciben cada día los vendedores informales hasta la negación a rentarles un inmueble o emplearlos por ser venezolanos”, citó el portal.
Un caso que conmocionó a la opinión pública en 2018 ocurrió el 23 de enero en Cúcuta. Varios hombres atacaron con bombas molotov a un grupo de venezolanos que ocupaban el coliseo del barrio Sevilla en el norte de esa ciudad; también hubo una marcha masiva de cucuteños que se quejaban de la llegada masiva de los venezolanos.
Semana.com reseñó en su publicación el estudio del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados sobre lo que hablaban los colombianos en redes sociales con respecto a los venezolanos.
“Un estudio en el que se analizaron más de 14.000 conceptos, Acnur encontró que en las conversaciones se generalizan e invisibiliza el drama que vive el pueblo venezolano que llega al país. Además, la investigación reveló que un porcentaje importante de los colombianos asocia la llegada de extranjeros con el aumento en el desempleo, la criminalidad, la prostitución y la venta de estupefacientes”, señaló.
Desde Venezuela
Claudia Vargas Ribas, profesora del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Simón Bolívar e investigadora en el área de migración, afirmó que muchos de los venezolanos que llegaron a Colombia u otros países del sur no salieron de forma voluntaria, “sino que se han visto obligados a huir de Venezuela por la situación económica, social y política”.
“Colombia es un país con unos índices de violencia menores a los nuestros, pero muy evidentes y eso tiene años. De hecho, el tema de que las FARC vuelva a estar en armas y el tema de la gran movilidad de venezolanos al mismo país los expone mucho más, especialmente porque por las condiciones en las que se van la mayoría de estas personas son complejas: sin dinero, sin documentos migratorios, sin un objetivo definido y eso los hace blanco de caer en redes criminales, de trata o en otros casos de vivir en sectores donde la criminalidad es más alta, de buscar trabajos o actividades que los expongan a horarios y riesgos mayores con respecto a otros”, afirmó.
El Nacional