Hoy jueves se cumplen tres días que más de trescientos conductores se encuentran «atrapados» en una cola para surtir gasolina en el municipio San Francisco.
Sorteando el decreto que prohíbe la pernocta en los alrededores de estaciones de gasolina, los dueños de vehículos han hecho suyas las calles del barrio Campo Alegre donde se encuentra la estación de combustible conocida como la «Bomba del 8», en el mismo número de kilómetro del municipio San Francisco, en la vía que conduce a Perijá, hasta que llegue la gandola que envíe la estatal PDVSA.
Las horas que se hacen largas, han permitido «estrechar lazos de amistad» entre perfectos desconocidos a quienes los une un mismo objetivo, colocar gasolina a sus automóviles.
Las múltiples situaciones que han soportado con la «esperanza» de «tanquear» los mantiene firmes en sus marcados puestos para evitar que llegue un «vivo» y trate de obtener un lugar de privilegio que no le corresponde.
El reloj continúa su ritmo, su «Tic tac» incansable, mientras parece que la espera por la gandola podría tener un final inminente. Ya son 72 horas y quien ha esperado mucho, ya espera poco.
Son trescientas almas que suplican al cielo porque el despacho llegue pronto y así acabar este infortunio. Igual deben esperar irremediablemente la solución porque sus tanques están vacíos. No pueden arrancar hacia otro destino donde encontrar la gasolina.
En medio del malestar se preguntan por qué hay estaciones de servicio que reciben diariamente el despacho mientras otras deben esperar tanto tiempo sin ser surtidas.
Diario Contraste