El tiempo se agota para María Zoraida Gámez. La venezolana que emigró a Colombia y se radicó en la población de Chia, al norte de Bogotá fue arrollada por un conductor ebrio el pasado 12 de octubre que la dejó en un coma inducido debido a la fractura cranel que le ocasionó el irresponsable.
Su condición de inmigrante ilegal y sin seguro médico solo ha permitido que la clínica de la Universidad de La Sabana la internara por un lapso de 48 horas pero agotado el tiempo, será desconectada del respirador artificial, suponiendo la muerte inminente para la venezolana.
Así lo ha informado un familiar político de la convaleciente quien lanzó un llamado urgente para la comunidad venezonala en la capital colombiana para que presten la ayuda necesaria para atender el caso médico.
Alexis Aguirre señala en su cuenta de Twitter, que en territorio neogranadino Gámez se encuentra con sus dos hijos, menores de edad (10 6y 5 años), quienes se encuentran envueltos en una doble situación crítica: víctimas de la diáspora y ahora del infortunio que padece su mamá.
El clamor es desesperado ya que este lunes culmina el plazo otorgado por los directivos de la clínica.
El tuit que escribió Aguirre es para todas las organizaciones de ayuda humanitaria, de venezolanos y entes privados o públicos que puedan atender este vida que se encuentra muy grave debido a la irresponsabilidad de un conductor borracho.
Diario Contraste