Cien días después de haber asumido en su cargo, Mitsotakis, cuyo país ha vuelto a convertirse este año en la principal puerta de entrada a Europa, advirtió sobre la nueva ola de migrantes y refugiados.
“Tiene que haber consecuencias para aquellos que eligen no participar en este ejercicio de solidaridad europea”, afirmó el primer ministro conservador en una entrevista exclusiva a la AFP.
Mitsotakis advirtió ante el Parlamento griego que pediría “sanciones específicas” contra esos países, sin mencionarlos. Con más de 70.000 demandantes de asilo en Grecia, de los cuales unos 33.000 en las islas del Egeo cercanas a Turquía, Mitstotakis calificó de “inaceptable el enfoque de muchos países miembros (de la UE) que consideran que no es para nada su problema”.
“Tenemos entre 3.000 y 4.000 menores no acompañados en Grecia. No sería muy difícil para los países europeos asumir una parte de esta carga”, afirmó a la AFP. Durante su “primer” consejo europeo, jueves y viernes en Bruselas, el líder del partido de derecha Nueva Democracia, electo el 7 de julio para suceder a la izquierda de Alexis Tsipras, prometió “plantear la cuestión del reparto de la carga” migratoria.
“No lo podemos evitar, Grecia no puede ocuparse de este problema sola”, insistió.
“Si se mira el número (de migrantes) que atravesaron el mar Egeo este verano en comparación con el pasado, estamos enfrentados al problema en proporciones graves”, agregó el jefe de gobierno.
En 2019, llegaron a Grecia más de 46.000 migrantes, según la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más que en España, Italia, Malta y Chipre juntos.
Deutsche Welle