La oposición de Venezuela pidió la semana pasada a los acreedores de un bono de la estatal petrolera PDVSA suspender las acciones legales por 90 días, en la más reciente gestión para proteger a la filial estadounidense Citgo Petroleum de un eventual embargo, dijeron tres fuentes familiarizadas con las conversaciones.
Los bonistas del PDVSA 2020 aún no han respondido, dijeron las fuentes, a pocos días de un vencimiento por unos 913 millones de dólares en capital e intereses.
El bono está respaldado por la mitad de las acciones de Citgo, la subsidiaria de PDVSA que opera un complejo refinador en Estados Unidos y que controla la oposición, luego de que el jefe del Congreso, Juan Guaidó, se proclamó en enero presidente interino del país, que gobierna el socialista Nicolás Maduro.
En las últimas semanas de negociaciones, el equipo de Guaidó ha advertido a los tenedores de que no dispone del dinero para cubrir el pago de octubre y ha ofrecido sin éxito algunas salidas buscando convencerlos que desistan de apoderarse de Citgo en caso de no recibir el pago.
La más reciente propuesta, conocida como un acuerdo de tregua, es una de varias estrategias en las que en paralelo trabaja la junta designada por Guaidó para salvar a Citgo.
Dos de las fuentes del equipo financiero que asesora a Guaidó dijeron que continúan las gestiones diplomáticas con el gobierno del presidente Trump -que respalda a la oposición venezolana- para conseguir una medida ejecutiva que proteja a Citgo de los acreedores.
También comenzaron a preparar una demanda ante una corte en Estados Unidos para solicitar la nulidad del bono, amparándose en un acuerdo del Congreso opositor que rechazó se emitiera el papel usando como garantía un activo de la nación sin contar con la autorización del Poder Legislativo.
“Nuestro objetivo a corto plazo es evitar que se disparen las acciones legales de ambas partes. Luego, llegar a un acuerdo de pago”, dijo una de las fuentes, y agregó que una tregua podría allanar el camino para más negociaciones con los tenedores de bonos.
Un portavoz del Comité de Acreedores de Venezuela, que agrupa a los tenedores de deuda del gobierno venezolano y de PDVSA, no respondió a una solicitud de comentarios sobre la propuesta. Ni PDVSA, que permanece bajo el control de Maduro, ni la junta de PDVSA ad-hoc designada por Guaidó respondieron a las solicitudes de comentarios.
“Es poco creíble pedir una tregua a los tenedores cuando dices que el bono PDVSA 2020 es ilegal. Dudo que esa ruta tenga éxito bajo la actual posición amenazante”, dijo uno de los bonistas de ese título desde Nueva York bajo anonimato.
Maduro, que enfrenta una larga crisis económica y sanciones de Estados Unidos, bajo acusaciones de corrupción y violaciones de los derechos humanos, llama a Guaidó un títere del gobierno de Donald Trump que quiere derrocarlo y “robar” a Citgo.
Washington sancionó a PDVSA en enero como parte de su estrategia para cortar el flujo de efectivo al gobierno de Maduro, congelando las cuentas bancarias de la petrolera en ese país. No está claro cuánto dinero hay en esos fondos, y el equipo de Guaidó no ha podido acceder a ellos para realizar el pago, según las fuentes.
Citgo ha firmado acuerdos con acreedores que le impiden realizar pagos de dividendos a PDVSA, lo que significa que no puede usar sus considerables reservas de efectivo para ayudar a la oposición a cancelar lo que corresponde por el bono.
El fondo de inversión estadounidense T. Rowe Price también ofreció a la oposición prestar el dinero necesario para realizar el pago de octubre, pero solo si el gobierno de Estados Unidos elimina una de las sanciones impuestas que impiden a fondos estadounidenses negociar títulos venezolanos.
“Algunos tenedores de bonos esperaban que el dinero apareciera, pero la verdad es que no es posible pagar completamente en el corto plazo”, dijo una de las fuentes.
Reuters