El viernes pasado Antonio Herrera compró en el centro de Barquisimeto una caja de 10 unidades del jugo artificial Fructus por Bs. 28 mil 700 para revenderlo en el mercado popular Las Catacumbas; pero ayer en la mañana volvió al mismo sitio y casi cae como Condorito cuando se enteró que la misma caja ahora le costaba Bs. 40 mil.
«Le pregunté al encargado del (abasto) chino y me dijo que el precio se aumentó porque el dólar amaneció en 25 mil y que podía subir si en la tarde volvía a aumentar», comentó Herrera desde su tarantín en el mercado popular con la mercancía que hasta las 4:00 de la tarde no había vendido.
La experiencia de Herrera se repitió en comerciantes venezolanos debido al abrupto aumento del dólar paralelo en apenas tres días, pues pasó de estar el viernes en la tarde en 22 mil 800 bolívares, y 72 horas después ya se había montado en los 26 mil bolívares, significando un aumento del 14,04 por ciento.
Durante al menos tres semanas, el valor del dólar «negro» se mantuvo entre Bs. 17 mil y 20 mil, y por eso los precios de productos alimenticios no habían tenido cambios drásticos, a pesar del proceso hiperinflacionario que experimenta el país desde hace dos años.
Sin embargo, ayer en Las Catacumbas había decepción y expectativa ante la subida del dólar, porque más de 20 comerciantes no lograron montar sus tarantines porque no pudieron comprar mercancía, y quienes sí trabajaron habían hecho sus ajustes correspondientes.
Por ejemplo, el domingo una mantequilla Mavesa estaba en el orden de los Bs. 20 mil bolívares y ayer estaba siendo ofrecida en 25 mil; también se puede mencionar el kilo de cambur que hasta hace dos días estaba en 5 mil, ayer el precio mínimo era de 7 mil.
«Si de por sí los lunes hay menos gente, este lunes hubo mucho menos porque tanto los clientes como nosotros recibimos ese brusco golpe y toca guapear con los ajustes», indicó Juan Perozo, quien se dedica a vender víveres y vegetales.
La baja afluencia de personas también se presentó en el mercado Terepaima, a pesar que los precios entre el domingo y ayer estaban iguales, razón por la que guaros como Guillermo Virgüez aprovecharon de comprar. «Vine antes que todo aumentara», dijo en un puesto de hortalizas.
La Prensa de Lara