La oficina de la Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la ONU instó este martes al gobierno de Nicaragua a cesar “la persistente represión” de opositores, luego de que partidarios del presidente Daniel Ortega asediaron dos templos donde huelguistas de hambre exigen la liberación de unos 139 “presos políticos”.
“El gobierno debe terminar con la persistente represión de la disidencia y las detenciones arbitrarias, y abstenerse de criminalizar y atacar a los defensores de los derechos humanos, opositores políticos y cualquier otra voz disidente”, dijo Rupert Colville, portavoz de la Alta Comisionada Michelle Bachelet.
Nueve personas iniciaron una huelga de hambre el lunes en la Catedral de Managua, cuatro días después de que otro grupo de 11 mujeres hiciera lo mismo en una iglesia de Masaya, ambos en el marco de una campaña por la liberación de un centenar de opositores detenidos en las manifestaciones contra Ortega que estallaron el año pasado.
Pero partidarios del gobierno irrumpieron con violencia en la catedral de la capital nicaragüense, luego de que fuerzas policiales bloquearan sus alrededores, denunció la arquidiócesis de Managua.
“Grupos violentos afines al gobierno han ingresado y tomado el control de la Catedral de Managua. Al ser increpados por el padre Rodolfo López y sor Arelis Guzmán, estas personas respondieron con violencia” contra los religiosos, dijo la arquidiócesis, presidida por el cardenal Leopoldo Brenes, en un comunicado.
Los nueve huelguistas que estaban en la Catedral desde el lunes lograron refugiarse en instalaciones anexas de al edificio, donde pasaron la noche con mucha “angustia”, indicó.
Los partidarios del gobierno también rompieron los candados del campanario y otros sitios de la catedral, condenó la arquidiócesis, que consideró lo ocurrido una “profanación” y llamó al presidente Ortega a respetar los templos católicos.
José Merlo, portavoz de los opositores en ayuno, responsabilizó “al gobierno de lo que les pueda pasar” a los huelguistas de la Catedral, entre los que figuran siete mujeres.
AFP