Siete extremistas islamistas fueron condenados a muerte por ahorcamiento por haber asesinado a machetazos a 22 personas, entre ellos 18 extranjeros en un café de Dacca en 2016.
«Siete de los acusados fueron condenados a muerte.Un acusado fue absuelto», declaró a la prensa Abdullah Abu, jefe de la fiscalía de Dacca.
Ese sangriento ataque, que había sido reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), tenía el objetivo de desestabilizar al país, afirmó el juez Mojibur Rahman del tribunal especial de lucha antiterrorista que dictó la sentencia.
Querían «socavar la seguridad pública, crear anarquía y «establecer un estado yihadista», afirmó Rahman.
Los siete condenados «serán ahorcados hasta que sean declarados muertos», agregó.
Tras escuchar la sentencia y antes de ser evacuados de la sala de audiencia, algunos de los condenados gritaron «Dios es el más grande» y «Viva la fe del Islam».
En julio de 2016, varios hombres armados con fusiles y machetes irrumpieron en un café de un barrio residencial de Dacca frecuentado por extranjeros.
Al cabo de una operación de dos horas, las fuerzas de seguridad liberaron a una veintena de rehenes.
Ocho asaltantes, entre ellos el cerebro del grupo, Tamim Ahmed Chowdhury, un canadiense de origen bangladesí, murieron en operativos realizados por las fuerzas de seguridad en los meses siguientes a la matanza del café Holey Artisan Bakery.
Entre las víctimas de esos operativos, figuraban los comandantes de un nuevo grupo extremista, Jamayetul Mujahideen Bangladesh (JMB), al cual la policía atribuyó la responsabilidad del ataque.
AFP