Trae Young pensó que el partido había terminado.
Pero resulta que Jimmy Butler y el Heat apenas habían comenzado a atacar, en una de las noches más extrañas en la historia del equipo al menos en lo que concierne a las estadísticas.
Duncan Robinson empató un récord de la franquicia con 10 triples, y el Miami anotó 22 puntos sin respuesta en la recta final para doblegar el martes 135-121 a los Hawks de Atlanta en tiempo extra.
El encuentro no resultó fácil. Miami perdía por seis puntos con 59 segundos por diputarse en el tiempo regular.
Con aire triunfal, Young regresó a la banca de Atlanta durante una pausa. Butler lo escuchó gritar: “se acabó”.
Robinson y Butler atinaron sendos triples para igualar el marcador. Y el Heat abrió la prórroga con una racha de 16-0. Ha sido el mayor margen de victoria en un partido dirimido en alargue dentro de la NBA desde el 31 de octubre de 2009, cuando Filadelfia derrotó a Nueva York por 141-127.
“No creo que nadie hubiera pensado realmente que el Heat era relevante”, dijo Bam Adebayo. “Estamos haciendo que la gente voltee a vernos”.
Adebayo y Butler contribuyeron con sendos “triples dobles, mientras que Kendrick Nunn totalizó 36 puntos, quedándose a uno del récord para un novato del Heat.
En el encuentro, Adebayo totalizó 30 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias. Butler contabilizó 20 unidades, 18 balones capturados ante los tableros y 10 asistencias.
Por su parte, Robinson sumó 34 puntos, en una noche en que el Heat se colocó en una foja de 11-0 como local.
Y después del encuentro, Butler le lanzó una dedicatoria a Young en Instagram.
“Todos en este vestuario tienen la confianza de que son los mejores jugadores sobre la cancha en cualquier momento determinado”, escribió Butler. “Hombre, cuando tiene a chicos que piensan así, jamás puedes decir que esto se acabó”.
De’Andre Hunter anotó 28 puntos, en tanto que Young añadió 21 unidades y nueve asistencias por Atlanta, que cayó a una foja de 0-3 ante el Heat en la presente campaña.
AP