Este viernes 03 de enero el gobierno de Rusia condenó el asesinato del general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), por parte de Estados Unidos. “El asesinato de Soleimani como resultado de un bombardeo en las afueras de Bagdad lo vemos como un paso aventurero que conducirá a un aumento de la tensión en toda la región”.
A través de un comunicaron destacaron que “Soleimani se dedicó a defender los intereses nacionales de Irán”.
“Expresamos nuestras sinceras condolencias al pueblo iraní”, añade.
A su vez, el jefe del comité de Asuntos Internacionales del Senado ruso, Konstantín Kosachov, aseguró que dicho asesinato parece una “venganza” por el asalto a la Embajada estadounidense en Bagdad y pronosticó nuevos enfrentamientos entre EE. UU. y los radicales chiíes.
“Me gustaría equivocarme, ya que las guerras con fáciles de empezar, pero difíciles de acabar”, dijo.
Además, consideró que el asesinato enterró las últimas esperanzas de salvar el pacto nuclear entre Irán y las grandes potencias al que Washington renunció en 2018.
“Irán puede acelerar la fabricación de armas nucleares incluso si no tenía intención de hacerlo”, escribió en Facebook.
El Pentágono informó que el ataque, en el que murió también el vicepresidente de las milicias chiíes iraquíes Multitud Popular, Abu Mahdi al Mohandes, buscaba “disuadir” futuros planes de Irán.
“El general Soleimani estaba desarrollando activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región”, señaló el Pentágono en un comunicado.
El líder de la Revolución Islámica de Irán, el ayatola Ali Jamenei, aseguró este viernes que quienes asesinaron al comandante Soleimani se enfrentan a una “dura venganza”.
El ataque tuvo lugar después de que el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, aplazara su viaje hoy a Ucrania tras el asalto a la Embajada estadounidense en Bagdad.
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