Una mujer de 49 años asesinó a su hija tras darle 80 pastillas de antidepresivos, según el auto emitido por el juzgado de instrucción de Girona.
Se conoció que el pasado 30 de diciembre disolvió en un vaso de agua unas 80 pastillas de Lormetazepam 2 miligramos, un medicamento antidepresivo, y se lo dio a su hija de 10 años con el pretexto de que era para el dolor de garganta. Tras suministrarle la mezcla, ahogó a la menor en la bañera.
Esa misma mañana, la madre había comprado tres blisters de la medicación que se le había prescrito para su patología. En el domicilio familiar tenía dos blisters más.
En los últimos años se le había diagnosticado un trastorno de conducta grave y estaba a punto de ser incapacitada legalmente por parte de sus familiares, que solían hacerse cargo de la niña.
Según recoge el auto, hasta el día 24 de diciembre había permanecido ingresada en un centro psiquiátrico y, tres días después, acudió de urgencia a un centro médico donde aseguró que se quería suicidar.
Una vez perpetrado el crimen, la mujer contactó vía Messenger con un periodista y le confesó lo que acababa de hacer. Después, ella misma alertó a una vecina de edad avanzada cuyo hijo es Policía Nacional. Los efectivos sanitarios trasladaron a la menor con paro cardiorrespiratorio al Hospital Josep Trueta de Girona, donde falleció poco después.
La Fiscalía había solicitado su internación en un centro penitenciario, controlada por médicos, mientras la defensa pedía su libertad o el ingreso en un centro psiquiátrico. Finalmente, la juez ha acordado su ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza por un delito de asesinato.
La Vanguardia