El diseñador francés Jean Paul Gaultier, otrora el «chico malo» de la moda, anunció este viernes que su próximo desfile de alta costura, previsto el miércoles en París, será el último, aunque no se despidió del todo.
«El 22 de enero de 2020, celebraré mis 50 años de carrera en la moda con un gran desfile-espectáculo de alta costura». «Será también mi último desfile», indicó Gaultier, de 67 años, en un escueto comunicado.
«Pero no se preocupen, la casa de costura Gaultier París continúa, con un nuevo proyecto del que soy el instigador y que será revelado próximamente».
Su firma está bajo control del grupo español Puig desde 2011.
El comunicado va acompañado de un video en el que se ve al diseñador hablando por teléfono con una persona a la que invita al desfile. «Te voy a dar una primicia, será mi último desfile, tienes que venir, no te puedes perder esto», explica en francés.
«Será una gran fiesta, con muchos de mis amigos y nos vamos a divertir mucho. Acabará muy tarde», dice el diseñador, con una actitud divertida.
Su desfile tendrá lugar durante la Semana de la Moda de Alta Costura en París, un selecto club al que la firma pertenece desde 2001.
– Del corsé cónico a la camiseta marinera –
Transgresor, subversivo, Gaultier es uno de los modistos más importantes de todos los tiempos, al haber revolucionado en los años 1980 los códigos de la moda con creaciones como el corsé cónico que llevó Madonna, la falda para hombre o la camiseta marinera, a la que dio una nueva vida en recuerdo de su abuela, que lo «vestía de azul».
«Mi pasión y mi vida es mi profesión. Lo que me gusta es el ejercicio de vestir (…) Es artesanía y es sublime», confesó hace unos años en una entrevista a la AFP.
Originario de una familia humilde de las afueras de París, cumplió su sueño de modisto que tenía de niño, cuando diseñaba prendas para su osito de peluche.
Desde sus primeras colecciones, dominó el arte de mezclar géneros, sexos, épocas, el saber popular y la distinción de los barrios acomodados.
Rodeado de musas como la actriz española Rossy de Palma, Gaultier hizo de sus desfiles un mundo aparte; eran espectáculos rebosantes de excentricidad y osadía.
«Diseñador inconformista busca modelos atípicas. Rostros deformes no abstenerse», rezaba un anuncio que publicó en la prensa en los años 1980.
Así, invitó a la pasarela a hombres mayores, mujeres con sobrepeso y en 2014 hizo desfilar a la drag queen Conchita Wurst.
También creó el vestuario de un sinfín de espectáculos así como de las películas «La Mala Educación» y «Kika», de Pedro Almodóvar, y «El Quinto Elemento» de Luc Besson.
«Desde su primera colección, en 1976, usted ha cuestionado los criterios del gusto y del mal gusto. Ha chocado, molestado y exasperado divirtiéndose (…) con un guardarropa ambivalente e intercambiable», dijo de él su primer mentor Pierre Cardin, al entregarle la distinción francesa de la Legión de Honor en 2001.
Tras empezar con Cardin, que lo contrató con 18 años, y seguir con Jean Patou, Gaultier lanzó su propia firma. También colaboró varios años con Hermès, templo del clasicismo y la discreción, aportando su estilo sin salirse del molde.
El año pasado, anunció que dejaba de utilizar pieles y que se pasaba al reciclaje.
AFP