Ministros de exteriores de la Unión Europea (UE) continuarán evaluando la situación de crisis presente en Oriente Medio sin perder de vista la situación en Bolivia y Venezuela.
Esto se dio a conocer tras la primera evaluación de la crisis entre Irán y Estados Unidos y sus efectos.
Los Estados miembros concedieron un “mandato fuerte” al jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, para llevar a cabo sus esfuerzos diplomáticos para evitar mayores enfrentamientos.
La UE es consciente del “bloqueo” de la situación y las dificultades para que su enviado especial, Enrique Iglesias, pueda viajar a Caracas para llegar a un acuerdo con todas las partes.
Borrell señaló el 9 de enero que la UE no considera legítima la elección del diputado Luis Parra en la Asamblea Nacional venezolana y amenazó con “medidas específicas contra las personas involucradas”.
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