El gobierno británico dijo el martes que la empresa tecnológica china Huawei podrá participar de su red inalámbrica de alta velocidad, pero quedará excluida de partes “medulares” del sistema.
La decisión del Consejo Nacional de Seguridad británico afecta las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y China.
Se considera que el programa de infraestructura es crucial para el futuro económico de Gran Bretaña en momentos que el país sale de la Unión Europea. Pero es una decisión cargada de peligros, ya que Estados Unidos se opone al contrato debido a temores de ciberespionaje y ha amenazado con suspender la seguridad.
El gobierno dijo el martes que está tomando algunas medidas que le permitirán “mitigar el riesgo potencial a la cadena de aprovisionamiento y combatir la gama de amenazas, sean cibercriminales o ataques patrocinados por estados”.
El primer ministro Boris Johnson y el presidente Donald Trump hablaron del asunto la semana pasada.
“No hay motivos para que no tengamos progreso tecnológico en el Reino Unido, permitamos a consumidores y empresas en el Reino Unido que tengan acceso a tecnología y comunicaciones fantásticas, pero a la vez proteger nuestros intereses de seguridad y nuestras sociedades cruciales con otras potencias de seguridad alrededor del mundo”, dijo Johnson.
Es una decisión sumamente difícil para el gobierno de Johnson, ya que podría enfurecer a uno de los aliados más estrechos de Gran Bretaña justamente cuando necesita un acuerdo comercial rápido después del Brexit. Pero Londres tampoco quiere ofender a Beijing, ya que necesita futuros acuerdos comerciales con China.
AP