La cultura en LUZ apagada por constantes robos y desmantelamientos

La Dirección de Cultura de la Universidad del Zulia, luego de ser desvalijada por la delincuencia en varias ocasiones, se niega a cerrar sus espacios. Los distintos departamentos y unidades que componen la dirección, ubicada en el núcleo humanístico, se encuentran en incertidumbre porque carecen de condiciones para laborar, pues la sede permanece desconectada al cableado eléctrico desde marzo de 2019, tras ser hurtados 54 metros de cable durante una noche en medio de un apagón general.

Durante el 2019 los robos continuaron. El más reciente se produjo en el departamento de Danza el 9 de diciembre, el cual está ubicado en la Facultad Experimental de Ciencia en el edificio Grano de Oro de Maracaibo. Gilberto Rincón, jefe del departamento de danza, afirmó que las brequeras de los aires centrales fueron desarmadas.

El director de Seguridad Integral (DSI) de LUZ, Andry Sánchez, declaró para Panorama en abril de 2019, que se utilizaron herramientas no técnicas para cortar el cableado. “Nos hace pensar que son vándalos que se dedican al hurto de cables en la ciudad para luego venderlos en alguna chatarrera”, afirmó.

Pero la delincuencia no solo se ha llevado insumos eléctricos, sino también equipos de trabajo. Entre los artículos hurtados hay computadoras, herramientas, mobiliario, equipos de sonido, videos proyectores y material de oficina.

Por su parte, el director de la Dirección de Cultura, Luis Gómez, dijo que gran parte del material que quedó tras los asaltos, fue reubicado en otros espacios universitarios.

Para el 11 de julio de 2019, la Dirección emitió un comunicado informando que la puerta principal de la sede fue forjada por grupos antisociales armados, que “sometieron” al personal de seguridad y sustrajeron tres tramos de cable subterráneo de 80 metros calibre mccm 350 y, además, robaron equipos de oficina.

“En estos momentos estamos a la merced de la delincuencia en nuestras cuatro sedes. Sin electricidad en algunas, hemos tenido que hacer alianzas con espacios hermanos pertenecientes al circuito cultural universitario que nos han abierto sus puertas para que podamos realizar nuestro trabajo y consolidar nuestros proyectos y programación”, detalló Gómez.

Por su parte, Gilberto Rincón, jefe del departamento de danza, corroboró que delincuentes entraron en varias ocasiones para robar artículos en específicos, pero afirmó que una noche desbalijaron todo el lugar.

“En la Dirección de Cultura fueron robando pequeñas cosas y, de repente, una noche no fue el trabajador, y esa noche se metieron, abrieron las rejas y se llevaron las computadoras, gran parte de los equipos de funcionamiento y más”, resaltó.

La dirección ha tenido que trasladar su sede, y la de los departamentos y unidades, hasta espacios universitarios como el museo de Arte Contemporáneo del Zulia, la Facultad Experimental de Arte y la Fundación Teatro Baralt de Maracaibo.

Bailarines a la deriva

Tras el robo de marzo, el centro formativo juvenil Danzaluz y la compañía Danzaluz, atienden a sus estudiantes por las tardes en la Facultad de Arte (FEDA). Gilberto Rincón, jefe del departamento de danza, detalló que esta medida la tomaron por seguridad.

“Nos vimos obligados a sacar a los estudiantes, porque no hay agua, no hay obreros, ni nada. No hay ningún tipo de condiciones y no podíamos someter a niños de 6 años a esas precariedades, porque no hay el mínimo de condiciones”, contó.

Asimismo, resaltó que, aunque la electricidad vuelva al edificio Grano de Oro, Danzaluz no va a tener fluido eléctrico porque todo el cableado fue cortado.

En ese sentido, el presidente de la compañía Danzaluz, Deynis Luque, dice que no abandona los espacios, pues cada tres días ensaya junto a un grupo de estudiantes en la terraza del edifico: aunque haya calor, al llegar enciende su ‘Tablet’, conecta unas cornetas para reproducir la música y abre las ventanas para comenzar a bailar.

Luque posee sordera y necesita sentir las vibraciones de la música y las cornetas son insuficientes. Sin embargo, su voluntad y ganas lo mantienen danzando en la pista.

“Los artistas nos negamos a que la dirección de cultura cierre”, reiteró varias veces Gilberto Rincón.

Cine Club también fue víctima

El 31 de diciembre de 2016 delincuentes rompieron las ventanas del Cine Club, ingresaron a la sede y abandonaron el lugar dejándolo totalmente vacío: sin computadoras, videos proyectores, equipos de sonido, Blu-Ray, entre otros elementos que eran parte de los recursos de trabajo.

Según Viviana Márquez, jefa del departamento audiovisual de la Dirección de Cultura, en 2017 se solicitó un presupuesto de aproximadamente 7 millones de bolívares que servirían para reponer los equipos perdidos, pero no recibieron respuestas de las autoridades.

A pesar de la disyuntiva, el personal sigue laborando con maquinarias prestadas. “Seguimos laborando en los espacios, pero sin acceso a equipos. Gracias a alianzas logramos realizar actividades con equipos prestados”, destacó.

Títeres sin auditorio

El parque Chímpete Chámpata, ubicada a kilómetros del Cuartel Libertador, también fue víctima del hampa el 23 de marzo de 2019: cuatro computadoras, un aire acondicionado, ocho micrófonos, dos plantas de sonidos, videoproyector, dos parales, una impresora, dos cornetas, material de oficina, mobiliario y hasta cinco títeres fueron sustraídos de las instalaciones.

Según el reporte de Versión Final, esa madrugada seis delincuentes entraron al lugar y robaron los equipos. La subdirectora de la Dirección de Cultura, María Teresa Hernández, declaró que los malhechores ingresaron por la parte posterior, cortaron la protección del aire acondicionado y llegaron a las oficinas.

El jefe del departamento de danza de la Dirección de Cultura, Gilberto Rincón, manifestó que el estado actual de esta sede es devastador, “Lo último que sucedió es que se llevaron una gran cantidad de sillas, las cuales eran las sillas teatrinos que tenían para el público que disfrutaba las obras de títeres”, indicó.

Denunció que además presuntamente viven indigentes dentro de la sede: “según me han dicho viven indigentes dentro de la sede, porque ya eso fue abandonado… no dejaron absolutamente nada”.

Esta aguda situación ha incurrido en la migración del personal, de acuerdo al jefe del departamento del Teatro y Títeres, Javier Rondón: “apenas se cuenta con personal, es la más menguada nómina de todos los años”.

Asimismo, destacó que la dirección estudia el modo de recuperar los espacios y actividades, a pesar de que “luce bastante abandonada y no hay condiciones para laborar allí… se han realizado jornadas de limpieza y reparaciones puntuales”.

Existen otras dependencias de la Dirección de Cultura que también están en crisis debido a la delincuencia, como el departamento de Estudios Socioantropológicos y la Unidad de Comunicaciones donde se han reportado robos. Aula Abierta contactó a algunos miembros de estos departamentos y unidades, pero no quisieron dar declaraciones.

Desde Aula Abierta ratificamos el apoyo a la Dirección de Cultura de la Universidad del Zulia y rechazamos estos actos delincuenciales. Nuestro objetivo siempre será promover y defender los derechos de la universidad y de los universitarios.

En ese sentido, recomendamos consultar el “Informe preliminar sobre inseguridad en el recinto universitario: un reto para la libertad académica, la autonomía universitaria y el derecho a una educación de calidad”, para conocer información sobre la situación de otras universidades del país.

Aula Abierta

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