Humberto Mariño Ordóñez tenía trece años trabajando como vendedor independiente en espectáculos, manifestaron sus familiares, que se enteraron del trágico suceso, pasadas las once de la noche del viernes, cuando les fue notificado por una comisión del Cicpc
Trece años tenía laborando en eventos, como vendedor independiente, el señor Humberto Mariño Ordóñez (55), quien en horas de la noche del pasado viernes perdió la vida en el Polideportivo de Pueblo Nuevo, al caer por el hueco de un ascensor que no llegó al piso cuatro, donde lo estaba esperando para cumplir con su trabajo, durante el concierto del cantante colombiano Silvestre Dangond.
Según la versión expresada por personas que se encontraban en el lugar al momento de ocurrir el accidente, Mariño Ordóñez, a eso de las ocho de la noche, llamó el ascensor para bajar a otra de las áreas de trabajo, donde tenía previsto ofrecer su mercancía, pero cuando se abrieron las puertas, no se percató que la cabina no estaba y al ingresar cayó al vacío, muriendo en el mismo lugar de los hechos.
Los paramédicos, que intentaron prestarle ayuda, finalmente desistieron, pues se percataron que no tenía signos vitales y que las lesiones sufridas eran de extrema gravedad. Las autoridades policiales se encargaron de evitar el ingreso de curiosos al área que mantuvieron bajo custodia, hasta que llegaron los detectives de la Brigada Contra Homicidios del Cicpc – Táchira, quienes procedieron al levantamiento del cadáver y su traslado a la morgue del Hospital Central.
El hecho fue considerado como accidental, pero se dio inicio a una investigación, bajo la denominación de “averiguación muerte”, a los efectos de establecer las circunstancias bajo las cuales ocurrió el suceso y entregar las actuaciones al Ministerio Público, que finalmente conocerá del caso.
Hablan los familiares
Familiares de Humberto Mariño, quien era de origen colombiano y tenía residencia en el sector Los Kioscos, en San Cristóbal, acudieron a la morgue del Hospital Central para retirar el cadáver y manifestaron su conmoción por lo ocurrido y la manera como los acontecimientos ocurrieron.
Explicaron que el ahora occiso formaba parte de un grupo de cinco vendedores independientes que laboran en eventos públicos, y que debieron pagar una importante cantidad en pesos colombianos para poder trabajar durante el concierto de Dangond.
Este accidente ocurrió a eso de las ocho de la noche, y la familia se enteró pasadas las once de la noche, cuando fue contactada por detectives del Cicpc que le informaron sobre lo ocurrido, dijo su hijo Miguel Mariño.
“Nadie nos dijo nada, ni los organizadores del espectáculo, ni los compañeros vendedores, a pesar de que existía un grupo de WhatsApp que fue creado para comunicarse durante el evento”, explicó Miguel Mariño con indignación, aseverando que mientras el cadáver de su padre se encontraba en el foso del ascensor, el espectáculo continuaba, sin que nadie pensara en avisar a la familia.
La Nación