El brote del coronavirus no ha reducido por ahora la demanda de hidrocarburos rusos en China, si bien a la demanda de crudo mundial puede caer entre 150.000 y 200.000 barriles por día, «una cantidad insignificante», según ha dicho hoy el ministro de Energía, Alexander Novak.
«No tenemos datos de compañías que indiquen restricciones y una disminución en el suministro. Todo se comporta de acuerdo a los planes de las empresas», dijo a periodistas en un viaje de camino a la ciudad balnearia de Sochi (mar Negro), según recoge la agencia TASS.
El ministro también evaluó el posible impacto del coronavirus en el mercado global, que puede implicar una caída de la demanda mundial de entre 150.000 y 200.000 barriles diarios, aunque consideró que es «una cantidad insignificante, dado que la volatilidad del consumo también depende de muchos factores, como Libia, Irán y Venezuela. Allí, la oferta es bastante volátil e impredecible (…). Por tanto tenemos que mirar el equilibrio de la oferta y la demanda en general».
Previamente, en Moscú, el titular de Energía dijo que Rusia tardará unos días en tomar una decisión sobre los próximos pasos en el marco de la coalición OPEP+ para paliar el impacto del brote en el mercado petrolero.
«Creo que es una cuestión de días. Veremos cómo evoluciona la situación en los próximos días», declaró Novak después de que Rusia no apoyara este jueves la propuesta saudí de recomendar un recorte de la producción en 600.000 barriles diarios en el segundo trimestre y de que solicitara reanudar las consultas, según la agencia TASS.
Novak ya sostuvo ayer que evaluar el impacto en el mercado petrolero del coronavirus llevará algo de tiempo.
Por ello la reunión del comité técnico de la OPEP y de sus aliados (OPEP+), presidido por Arabia Saudí y Rusia, terminó este jueves en Viena sin consenso sobre la necesidad de recortar su producción ante el brote del virus 2019-nCoV.
La expansión del coronavirus ha generado temores de una importante desaceleración económica en China, donde las cuarentenas y las restricciones de viaje están causando una contracción en el consumo de petróleo.
EFE