Un esguince de muñeca se produce cuando tiene lugar una torsión o una distensión de los ligamentos de esta articulación. A veces, puede acompañarse de la ruptura de alguno de estos ligamentos o de las fibras musculares de la zona.
Es decir, por lo general, un esguince de muñeca ocurre cuando un ligamento de esta articulación se estira excesivamente. Es muy común que se dé al caer sobre una mano. Del mismo modo, también es frecuente en deportistas que realizan esfuerzos repetitivos con esta parte del cuerpo.
Es una patología con mucha incidencia. El ligamento que más tiende a lesionarse y provocar esta circunstancia es el escafosemilunar; se trata de un ligamento que une dos de los huesos pequeños de la muñeca.
Además, los esguinces pueden tener múltiples causas y tratamientos. En este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre el esguince de muñeca, cómo identificar sus síntomas y cómo aliviarlo.
Como ya hemos mencionado, un esguince de muñeca se produce cuando realizamos un movimiento inadecuado con esta articulación y alguno de los ligamentos se estira excesivamente.
Es una lesión que puede tener diferentes grados de gravedad. Esto depende del daño que se produzca en el propio ligamento. Sin embargo, todos los grados producen dolor y hacen que sea complicado realizar movimientos con normalidad. Los grados, de menor a mayor gravedad, son:
Lo más común es que el esguince de muñeca se produzca por caer al suelo y apoyarnos sobre alguna de las manos. Cuando extendemos la mano para amortiguar la caída, provocamos que los ligamentos se extiendan más de lo normal, de manera forzada.
La zona que se lesiona más frecuentemente es el ligamento escafosemilunar. Es, por explicarlo de manera sencilla, el que contacta el hueso escafoides, que está bajo la almohadilla de la palma de la mano, con el semilunar.
No obstante, también puede ocurrir por un sobreesfuerzo con esta articulación. Por ejemplo, es típico en aquellos deportistas que hacen movimientos repetitivos con esta zona del cuerpo, como los jugadores de tenis o de pádel.
El esguince de muñeca produce dolor en quien lo sufre y, además, limitación de los movimientos con esa articulación. De hecho, este tipo de patologías a menudo se complican por no haberse tratado debidamente.
Por ello, en primer lugar, ante un esguince de muñeca se recomienda reposo. Hay que evitar forzar la articulación para que pueda curarse correctamente. Por otra parte, en el momento en el que se produce la lesión, lo ideal es poner hielo en la zona.
Es muy común que se utilicen vendajes para el tratamiento. Sin embargo, hay que intentar hacer un vendaje adecuado, que no llegue a comprimir demasiado la zona. En caso contrario, la sangre no llegará correctamente y la recuperación será más complicada.
En otros casos, un esguince de muñeca puede necesitar, incluso, cirugía. En estos casos, hay diferentes formas de hacerlo: mediante una cirugía abierta o por cirugía artroscópica. Esta última consiste en realizar una incisión pequeña e introducir una cámara que vaya orientando al cirujano.
Un esguince de muñeca es algo muy común que nos puede ocurrir a todos en cualquier momento, especialmente tras una caída o un sobreesfuerzo. Por eso, es importante saber identificar los síntomas: dolor, inflamación y limitación del movimiento de la articulación.
Si sientes molestias en esta zona y crees que puedes sufrir un esguince, lo ideal es que acudas al médico cuanto antes. Un esguince necesita establecer un tratamiento temprano para evitar complicaciones posteriores.