El cadáver de una mujer identificada como Miriam Wuolou, de 34 años y de origen eritreo (noreste de África), quien estaba embarazada fue hallado en su departamento, a las afueras de Roma.
Se conoció que la víctima se desempeñaba como recepcionista que trabajaba con el Papa Francisco.
La prensa italiana informó que Wuolou se desempeñaba como una especie de guardián para el pontífice, así como para los obispos y cardenales que se quedaban en una casa sacerdotal llamada Santa Marta.
Francisco optó por vivir en esa morada de huéspedes tras su nombramiento en 2013, rechazando los grandes apartamentos papales porque los consideraba demasiado ostentosos y temía el aislamiento.
Wuolou tenía un tipo grave de diabetes que llevó a los médicos a advertir que su embarazo corría riesgo.
Según información difundida por el diario Il Messaggero de Roma, la mujer estaba divorciada pero mantenía una relación con un hombre, que se presume pertenece a la policía de El Vaticano.
El cadáver fue encontrado por su hermano en el departamento el pasado viernes, después de no haber tenido noticias de ella durante varios días.
La autopsia se ejecutó y se deben realizar pruebas de ADN en el feto. No obstante, el primer examen externo del cuerpo no mostró signos de violencia.
El padre Federico Lombardi, quien se desempeña como portavoz del Vaticano, dijo que el Papa Francisco había sido informado de la muerte. «Todos estamos dolidos por esta noticia”, expresó.
La República