El primer caso de coronavirus en Nicaragua fue confirmado la noche de este 18 de marzo. La confirmación fue hecha a través de una llamada telefónica de la esposa de Daniel Ortega y vicepresidenta Rosario Murillo, a través de una llamada los medios oficialistas. Se trata de un nicaragüense de 40 años de edad que viajó a Ciudad de Panamá entre el 13 y 14 de marzo y regresó a Nicaragua el domingo 15 de marzo, vía aérea.
Nicaragua era hasta este miércoles uno de los dos países de Centroamérica, junto con El Salvador, donde no se había confirmado ningún caso de la pandemia que avanza con rapidez en Centroamérica. Minutos más tarde, El Salvador también confirmó el primer caso positivo en una persona que ingresó al país por punto ciego.
Según Murillo, el nicaragüense presentó los primeros síntomas el martes 17 de marzo. Fueron fiebre, dolor de garganta y tos seca, y se presentó en un centro hospitalario “centinela, donde tenemos todas las condiciones creadas para recibir a las personas que presenten síntomas sospechosos” dijo Murillo, sin revelar el nombre del sitio.
Agregó que el nicaragüenses está “aislado” y “bueno”, “estable”, respirando por su cuenta. “Y esperamos en Dios que no necesite respirador”, dijo Murillo. En Nicaragua, no hay información pública sobre cuántos respiradores hay disponibles en los hospitales. La esposa de Ortega y vicepresidenta tampoco reveló el dato.
Los pacientes graves por covid-19 puede presentar complicaciones respiratorias y neumonías, que les impiden respirar sin asistencia. Hasta este 18 de marzo, el saldo de la pandemia en el mundo es de 200 000 los afectados y más de 8000 fallecidos, en más de 160 países.
“Enviamos nuestro abrazo fuerte, fe y oraciones al Señor para que pueden recuperarse”, dijo Murillo.
El resultado del Ministerio de Salud (Minsa), según Murillo, llegó a las 07:11 de la noche. Afirmó que se están siguiendo “todos los protocolos” de atención sanitaria y protección. Sin embargo, el Gobierno mantiene para la próxima semana actividades escolares en conmemoración de las jornadas de alfabetización de los años ochenta.
La esposa de Ortega y vicepresidenta agregó que también están identificando los contactos que pudo tener el nicaragüense infectado y quienes hayan viajado con él. “Toda persona que haya tenido contacto con él, toda persona de su familia, que presente síntomas, inmediatamente se procederá a realizar la muestra para realizar la prueba”, dijo.
Según la vocera del Gobierno, las autoridades del Ministerio de Salud brindarán a partir de este 19 de marzo dos informes diarios (uno en la mañana y otro en la tarde), “para que informe a nuestro pueblo lo que vayamos encontrando”.
Murillo subrayó que el contagio “no es nativo”, porque no ocurrió en Nicaragua. Sin embargo, omitió indicar si el Gobierno mantendrá su decisión de no cerrar las fronteras y suspender los vuelos internacionales como han hecho decenas de países, entre estos El Salvador.
“A pesar de que somos un HUB aéreo, hemos sido uno de los últimos países en registrar un caso”, destacaron las autoridades salvadoreñas a través de la cuenta oficial de Casa Presidencial en Twitter. “La semana pasada hemos hecho cuarentena total del país y no hemos dejado ingresar a nadie sin que se haya puesto en cuarentena”, dijo el presidente salvadoreño Nayib Bukele, en conferencia.
Especialistas en salud pública y epidemiólogos han alertado que el hermetismo del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo frente a la pandemia del coronavirus covid-19, y la escasa información sobre cómo prevenir la enfermedad ha generado incertidumbre en Nicaragua.
Aún al confirmarse este 18 de marzo el primer caso de coronavirus en Nicaragua, el Ministerio de Salud (Minsa) no ha explicado a la población las medidas que implementará.
El estado de inercia de las autoridades sanitarias puede causar —inclusive— más daño que la enfermedad, reflexiona el epidemiólogo Leonel Argüello. El Minsa sí cuenta con “las pruebas y la capacitación” necesarias para diagnosticar el nuevo coronavirus, cuyos síntomas son similares a la gripe estacional, pero el manejo discrecional hacia todo lo relacionado con esta pandemia puede repercutir negativamente en la salud de la población, dijo el doce de marzo pasado el especialista.
En todos los países del mundo, incluyendo la región centroamericana, los presidentes se han colocado en la primera fila de sus Estados para enfrentar la amenaza del coronavirus que con rapidez contagia al mundo. Sin embargo, Ortega, un gobernante ausente ante la pandemia del covid-19, no ha hecho ningún pronunciamiento a la nación sobre el coronavirus.
Mientras Ortega calla y no da la cara, la gestión gubernamental ante la pandemia la ha asumido Murillo, quien a través de sus monólogos en medios oficiales y circulares escritas, ha dado directrices contrarias a las indicaciones para contener el virus, como promover las aglomeraciones de personas y negarse a declarar una cuarentena preventiva.
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