Es probable que te empieces a notar incómodo tras un período de aislamiento social, ya que los humanos sobreviven gracias a la interacción.
A los humanos no es que les guste ser sociales, es que necesitan serlo.
De hecho, las personas que tienen menos relaciones sociales tienen un 50% más de probabilidades de morir en un período determinado que aquellas con amistades más consolidadas, según un metanálisis de 2015 que incluye a más de 308.000 personas.
Dicho de otra manera, estar solo podría ser tan mortal como fumar 15 cigarrillos al día.
Es por eso que privarse de las conexiones sociales, incluso temporalmente, no nos hace sentir bien: tu cuerpo está tratando de decirte que socialices para que, a largo plazo, sigas vivo.
«Si pensamos en la soledad como una señal del cuerpo como el hambre y la sed, es este estado desagradable el que nos motiva a buscar conexiones sociales al igual que el hambre nos motiva a buscar comida», explicó la autora principal del estudio, Julianne Holt-Lunstad, profesora de psicología y neurociencia en la Universidad Brigham Young, dijo a Insider.
Por supuesto, añadió, en una situación como una pandemia que requiere que reduzcas o elimines el contacto cara a cara, es necesario soportar esa incomodidad para evitar efectos inmediatos más peligrosos.
Los efectos de no estar tan activo físicamente también pueden afectarte mentalmente.
Ya sea que estás confinado en una habitación porque has estado expuesto al virus o simplemente estás teletrabajando, esta reducción en la actividad física puede afectarte mentalmente, manifestándose en forma de tristeza, irritación, frustración, ira y otras emociones incómodas.
Reducir o eliminar la actividad física también puede hacer que tus músculos se atrofien.
Un estudio en el Journal of Applied Physiology sugiere que solo 2 semanas de inactividad física pueden afectar a tu corazón y masa muscular, según US News & World Report.
Otro estudio demostró que los adultos obesos que hicieron ejercicio durante 4 meses y luego se tomaron un mes de descanso perdieron lo que habían mejorado en capacidad aeróbica, sensibilidad a la insulina y colesterol.
Los efectos de una cuarentena pueden ser psicológicamente perjudiciales a largo plazo.
Según una investigación publicada la semana pasada en The Lancet sobre los efectos psicológicos de las cuarentenas, la experiencia puede conducir a síntomas de estrés postraumático, depresión, confusión, ira, miedo y abuso de sustancias.
Las personas más vulnerables, según los autores del estudio, son aquellas que tienen o han tenido problemas de salud mental.
Por supuesto, la gravedad de los efectos depende de tu situación, personalidad e historial clínico.
Las personas que experimentan los síntomas del coronavirus y están en cuarentena en sus habitaciones, con toda probabilidad, lo pasarán peor que aquellos que se sienten bien y quieren divertirse.
La forma en la que afecta un período de aislamiento social también depende de tu personalidad.
«Si eres extrovertido y con mucha vida social», la experiencia va a ser más dura «que si eres introvertido y te gusta estar en el sofá con un libro», dijo el psicólogo Dr. Sherry Benton a Insider.
Para prepararse físicamente para los efectos de una cuarentena planifica entrenamientos en casa.
Solo necesitas tu cuerpo para poder hacer flexiones, sentadillas, abdominales y burpees. Una silla también puede servir como banco para las inmersiones de tríceps.
Si tienes un rodillo de espuma, una esterilla o una banda de resistencia, puedes hacer ejercicios más variados. Intenta ponerte en cuclillas con la banda alrededor de las piernas por encima de las rodillas para crear tensión y aumentar la potencia.
Una buena alimentación también hará que te sientas mejor.
La dietista Alyssa Pike explicó a Insider que no tienes que basar tu alimentación en sopas y galletas saladas durante 2 semanas seguidas.
Es mejor abastecerse de conservas de verduras y otros congelados, arroz y pasta, y probar algunas recetas sencillas pero ricas en nutrientes como las ensaladas de pasta.
Eso sí, asegúrate de tener un abrelatas.
Para enfrentarse mental y emocionalmente a una cuarentena, contacta virtualmente con los demás.
Estar en cuarentena hoy es menos difícil socialmente hablando que hace tan solo una década.
Herramientas como FaceTime y Skype «pueden ayudar a aliviar algunas de esas sensaciones desagradables a corto plazo y nos permite mantener el contacto social sin exponernos al virus», dijo Holt-Lunstad.
Ella recomendó ser proactivo y preguntar cómo les está yendo a los demás: mejorará tu salud mental y la de ellos, ya que os sentiréis apoyados y eso puede reducir el estrés, según la investigación.
Holt-Lunstad añadió que el lado positivo de esta situación es que nos hace frenar y conectar con las personas más cercanas a nosotros.
Business Insider