El gobierno estadounidense subrayó este martes la poca fiabilidad del régimen de Nicolás Maduro con respecto al avance del coronavirus en Venezuela, donde las autoridades reportan 10 muertes y menos de 400 contagios, una de las cifras más bajas de la región.
“No tenemos razones para creer en ninguna cifra del régimen de Maduro sobre el impacto del coronavirus en el pueblo venezolano”, declaró Jon Piechowski, subsecretario de Estado adjunto para el hemisferio occidental.
“No nos sorprendería que inventen números y divulguen datos falsos, eso es lo que hacen los regímenes autoritarios, lo hemos visto en China”, añadió, en referencia a los disputados reportes que ha ofrecido el gobierno de Xi Jiping sobre el verdadero impacto de la enfermedad en el país más poblado del planeta.
El régimen venezolano reporta cifras que lo ponen como el país latinoamericano que más pruebas rápidas de diagnóstico ha realizado en la región, mientras que solo cuenta con un laboratorio autorizado en todo el país para realizar tests moleculares.
El funcionario estadounidense indicó que los pedidos de transparencia continuarán, ya que “es necesaria para enfrentar al virus” de la mejor forma posible. También, condenó la represión registrada en las últimas semanas contra sectores clave en la pandemia. “La represión es parte de lo que hacen, el acoso a periodistas continúa, así como a gente del sector de salud pública, es lamentable”, declaró, en conferencia telefónica.
“El Covid-19 es solo una parte adicional de la miseria, otra de las razones por las que EEUU busca una transición democrática”, añadió.
También, Piechowski detalló que el gobierno estadounidense ha alocado 9 millones de dólares en ayuda humanitaria para el pueblo venezolano en el marco de la crisis, un monto que también alcanza a los refugiados que salieron del país.
En la conferencia también participó Emily Zielinski-Gutiérrez, directora regional de Centroamérica para los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU, quien subrayó la necesidad de la cooperación regional para enfrentar el avance del coronavirus, al que definió como una crisis sin precedentes.
“La pandemia nos muestra que tenemos que pensar globalmente. Las capacidades de cada país afectan el riesgo de sus vecinos. Queremos involucrarnos más con cada país”, remarcó. En ese sentido, sostuvo que la cooperación y la adecuada transmisión de datos permite entender quiénes son los más afectados y cuál es la dinámica de la enfermedad.
“Tenemos que entender qué pasa en cada país, con sus contextos únicos, qué efectos tuvieron las medidas estrictas de control”, explicó.
Con respecto a las tareas que lleva actualmente la oficina regional, señaló que continuamente se actualizan las guías y protocolos de prevención para distintas enfermedades (como el zika, dengue, VIH y otras), y que actualmente la atención está centrada en la necesidad de más camas, insumos de protección, y profesionales de la salud para fortalecer los sistemas sanitarios de cada país.
Infobae