El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, atacó al Congreso y los tribunales en un discurso ante cientos de partidarios el domingo, el mismo día en que los casos de coronavirus en el país superaron los 100.000, subrayando el aislamiento del excapitán de Ejército que ha restado importancia a la pandemia.
Bolsonaro ha recibido críticas generalizadas de todo el espectro político por desestimar la amenaza del virus en Brasil, que ha registrado 101.147 casos confirmados y 7.025 muertes, según los datos más recientes del Ministerio de Salud.
El domingo, decenas de figuras públicas firmaron una carta abierta al gobierno brasileño pidiendo a los funcionarios que protejan a los pueblos indígenas de la nación, que a menudo viven en lugares remotos con acceso limitado a la atención médica.
Al mismo tiempo, Bolsonaro enfrenta la crisis política más grave de su mandato, luego de que su ministro de Justicia, Sergio Moro, renunció la semana pasada y acusó al presidente de despedir al jefe de la policía federal para designar a un aliado personal en el cargo y obstruir investigaciones sobre sobornos que involucran a sus hijos.
El Supremo Tribunal Federal de Brasil bloqueó el miércoles al escogido por Bolsonaro como nuevo jefe de policía, enfadando al presidente.
El sábado, el exministro de Justicia Moro, una de las figuras públicas más populares de Brasil debido a su dura postura contra la corrupción, prestó testimonio sobre la posible obstrucción de la justicia por parte de Bolsonaro. Horas antes, el presidente llamó a Moro como “Judas” en Twitter, refiriéndose al apóstol que traicionó a Jesús.
A medida que la relación de Bolsonaro con los legisladores y los tribunales se ha tensado, se ha vuelto cada vez más dependiente de un grupo de asesores en su gobierno que son militares activos o en retiro.
Como en un mitin de abril al que también asistió Bolsonaro, los manifestantes pidieron el domingo el cierre del Supremo Tribunal Federal y del Congreso, y un retorno a las medidas autoritarias utilizadas durante el régimen militar de Brasil de 1964 a 1985.
“Tenemos a las Fuerzas Armadas del lado del pueblo: del lado del orden, la democracia, la libertad”, dijo Bolsonaro en un discurso transmitido en vivo por Facebook. “Queremos lo mejor para nuestro país. Queremos tres ramas verdaderamente independientes (del gobierno)”.
Líderes políticos han calificado la participación de Bolsonaro en manifestaciones antidemocráticas como irresponsable, especialmente porque ha hablado de manera positiva sobre la dictadura militar de Brasil, que fue responsable de cientos de ejecuciones extrajudiciales.
Reuters