26 de los 47 cadáveres de los reos asesinados durante la masacre ocurrida el viernes 1° de mayo en el Centro Penitenciario Los Llanos Occidentales (Cepello) en Guanare, Portuguesa, fueron entregados a sus familiares a la medianoche de este sábado 2 de mayo. Los allegados de los infortunados ya habían denunciado la lentitud del proceso y de la modalidad del reconocimiento mediante fotografías digitalizadas de los rostros mostradas a través de una computadora.
El número de cuerpos entregados hasta ahora corresponde al de allegados que hicieron vigilia y presionaron a las afueras del Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses (Senamecf), ubicado en la sede en la delegación Guanare del Cicpc. Durante 48 horas, estas familias hicieron los trámites para el reclamo de sus seres queridos asesinados en el enfrentamiento entre internos y funcionarios de la Guardia Nacional, responsables de la seguridad del penal.
Fuentes policiales precisaron que existe un número no determinado de cadáveres que no han sido identificados por la ausencia de familiares, quienes no se han podido movilizar desde otras regiones por falta de transporte y combustible. Según se conoció, otros continúan en la morgue porque sus deudos no cuentan con recursos para el servicio funerario, calculado por particulares en 500 dólares.
La noche del viernes, Víctor Calderón, padre de uno de los fallecidos, precisó que los cadáveres comenzaban a desprender un olor a descomposición. Ya se cumplían más de 30 horas de lo que él y otros dolientes catalogaron como una masacre por parte del Estado.
El proceso para la entrega de los cuerpos se hace demorada y desconsideradamente, dijo Calderón, quien advirtió sobre la pretensión oficial de enterrarlos en bolsas plásticas, en fosa común y sin velorio.
Las autoridades militares, a través del comandante del Comando de Zona N° 311, de la Guardia Nacional, general Gherson Chacón Paz, informaron a un grupo de mujeres y hombres que se encontraban a las fueras del Cepello, al mediodía del sábado 2 de mayo, que por órdenes de la administración de Nicolás Maduro el proceso para la entrega de los cuerpos se agilizaría y que les donarían las urnas y las parcelas «para darle cristiana sepultura como corresponde».
Sin embargo, según denuncia de los propios familiares, hasta este domingo 3 de mayo no existe una lista de los reclusos muertos, ni las urnas prometidas. Tampoco el pronunciamiento de las autoridades en torno a la situación generada el viernes, que además dejó 75 privados de libertad heridos. De ese total, 52 permanecen recluidos entre la emergencia y las áreas de hospitalización del Hospital Universitario Dr. Miguel Oraá, principal centro asistencial de la ciudad de Guanare.
Los familiares de los heridos cuestionaron que no se les haya permitido contacto con los enfermos ni conocer sus diagnósticos. También reclamaron que no se haya designado un vocero médico para dar el parte de salud. «Se quiere ocultar el tipo de lesiones mortales para evitar el esclarecimiento de la masacre y la determinación de los victimarios», señaló la diputada María Beatriz Martínez.
El Pitazo con información de Mariángel Moro y Bianile Rivas