Cuatro guerrilleros del ELN murieron este jueves en un bombardeo militar en el norte de Colombia, informó el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo.
Entre los fallecidos está un cabecilla local del grupo rebelde conocido como Mocho Tierra y “tres terroristas más” que estaban en un campamento en el municipio de Montecristo, departamento de Bolívar, declaró el funcionario en rueda de prensa en Bogotá.
Mocho Tierra “era considerado como un objetivo de alto valor y estaba vinculado con la planeación y ejecución de acciones terroristas contra la población civil y la fuerza pública en los departamentos de Antioquia (noroeste) y Bolívar”, agregó Trujillo.
Investigado por terrorismo, el guerrillero era señalado de recolectar rentas del narcotráfico y la explotación ilegal de minerales que representaban alrededor de un millón de dolares mensuales para el ELN, según el ministro.
La ofensiva militar ocurre un día después de que Estados Unidos incluyera a Cuba en la lista de países que no colaboran en la lucha contra el terrorismo por albergar a negociadores de paz del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que son reclamados por la justicia colombiana.
Alzado en armas en 1964, el ELN es considerado una organización “terrorista” por el gobierno estadounidense.
La delegación insurgente se quedó en la isla desde que el presidente Iván Duque sepultó las conversaciones de paz que instaló su antecesor, el Nobel de Paz Juan Manuel Santos, con la guerrilla guevarista.
Duque puso fin a las negociaciones, que se desarrollaban en La Habana desde 2017, tras un atentado con coche bomba del ELN contra una academia policial en Bogotá que dejó 22 cadetes muertos, además del atacante, en enero de 2019.
Desde entonces reclama a Cuba que entregue a la comisión rebelde. La isla comunista, que actuaba como garante en los diálogos, alega que los protocolos establecían que, en caso de fracaso, los negociadores debían ser devueltos a un punto seguro en Colombia desde donde regresarían a la clandestinidad.
El mandatario conservador ha dicho que platicaría con el ELN si liberan a los secuestrados en su poder y suspenden todas las “actividades criminales”. El mando rebelde se rehúsa por considerarlas imposiciones unilaterales.
Última guerrilla reconocida en Colombia tras el desarme de las FARC en 2016, el ELN cuenta con unos 2.200 hombres en armas y una extensa red de apoyo en puntos urbanos. Investigaciones independientes estiman que sus operaciones se extienden al 10% de los 1.100 municipios colombianos.
AFP