El presidente de Argentina, Alberto Fernández, extendió el sábado la cuarentena por la pandemia del coronavirus en su país hasta el 7 de junio, y la endureció en Buenos Aires y su área metropolitana después de que en los últimos días se haya detectado un salto en el número diario de contagios.
«Esto iba a ocurrir y está ocurriendo, lo que no tenemos que hacer es perder la calma», dijo Fernández en una rueda de prensa en la que compareció, como en otras ocasiones, con el jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, el opositor Horacio Rodríguez Larreta, del partido Propuesta Republicana (PRO), y el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, del mismo espacio político que el presidente, la coalición Frente de Todos.
El foco principal de la pandemia, donde se concentran la mayoría de los casos recientes, es el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), formada por la capital y el amplio cordón urbano que la rodea y conocido como conurbano.
Cerca de 13 millones de personas residen en el AMBA y miles de ellas viven en asentamientos humildes, conocidos como villas, en algunas de las cuales los contagios se multiplicaron y se convirtieron en uno de los puntos críticos de la lucha contra el coronavirus por parte del gobierno de Fernández.
Según los gobiernos capitalino y de la provincia de Buenos Aires, los casos de coronavirus se quintuplicaron en los últimos quince días en el AMBA.
EFE