Los comunistas, desde el inicio de su propia conformación ideológica, han sido y serán siempre una ´´cosa soez y despreciable. Desde que los Jacobinos (radicales, corruptos, asesinos y miserables) fundaron un movimiento llamado de izquierda, por el solo hecho de estar sentados a la ´´izquierda´´ del Presidente del cenáculo de la Asamblea Nacional, nacida en los hechos que hicieron realidad la ´´edad contemporánea´´ a través de la Revolución Francesa, y que además se dieron el tupé de inventar ´´la guillotina´´, por cierto, donde murieron muchos de sus líderes, por castigar a los opositores a sus ínfulas de poder; son los que más han empleado, demagógicamente, el término de ´´conciencia social´´ y muchas veces las sociedades heterogéneas en el mundo, lo creyeron, hasta que las propias realidades políticas, económicas y sociales revirtieron esa idea. El comunismo, es una ideología social caracterizada por el control y planificación de la vida colectiva, de la vida comunitaria, la abolición de la propiedad privada sobre el trabajo y los medios de producción, y la eliminación de las clases sociales. La conciencia comunista, al contrario de la conciencia social, es una conciencia totalmente enajenada, que no trasciende más allá de los principios ideológicos que le constituyen y ocultan sus verdaderos intereses bajo la excusa de defender los intereses generales. El comunismo fracasó y es casi imposible que en la sociedad mundial democrática, de libertades ciudadanas y económicas y del pluralismo político, que pueda resurgir de sus cenizas. Es imposible que la Europa Oriental regrese a regímenes comunistas; esa juventud que hoy gobierna en los países que lo conforman son anticomunistas y plantean su abolición a través de la Constitución Nacional de sus países y por supuesto, defienden la democracia, las libertades individuales y colectivas, la pluralidad política, la justicia social y la ética como concepción primaria de actuación de los que conforman el gobierno.
El término ´´conciencia social´´ hace referencia a la capacidad de determinados individuos, grupos u organizaciones sociales de percibir aquellas realidades circundantes que requieren atención, de reflexionar sobre ellas y en algunos casos, de actuar para la transformación de las mismas. La idea de conciencia social está hoy altamente extendida por el importante aumento de grupos poblacionales en inferioridad de condiciones y por la necesidad cada vez más acuciante de actuar de modo positivo en las modificaciones de esas realidades sociales alternativas a la de uno mismo. Ligado muy fuertemente a las ideas de solidaridad y compromiso, la conciencia social es el primer paso en el camino hacia la alteración de estructuras de discriminación voluntaria e involuntaria ejercidas sobre determinados grupos sociales dentro de una comunidad.
La conciencia social, por tanto, tiene que ver con la posibilidad de estar al tanto de los problemas intrínsecos a una sociedad que requieren solución. Si bien normalmente se utiliza para hacer referencia a la necesidad de actuar en beneficio de aquellos que viven en situaciones de pobreza, marginalidad y exclusión. Ese es el cambio, salir de la conciencia comunista excluyente y autócrata, por una conciencia social de compromiso democrático, de todos los actores: públicos y privados, por encontrar vías de solución a los problemas inherentes al ser humano y a la sociedad en general. Para ello, es fundamental, combatir y abolir la propuesta cubana (DE MANTENERSE EN EL PODER, COMO SEA), aceptada por mandato ideológico por el engendro heredero, de: apoderarse, como si fuera propio, del erario nacional; de aliarse con grupos ligados al narcotráfico, al terrorismo (financiados por Siria, Irán, entre otros). Los cubanos quieren, después de 59 años de tener una ideología de izquierda en el poder, que ha causado: pobreza, miseria y muerte; convertir al pueblo venezolano en imbéciles y estúpidos, como ellos.
El engendro comunista con mente saturada de bazofia, no nos va a imponer su ideología; ésta no tiene asidero ni lógica, ni jurídicamente en el contexto constitucional; el rechazo a ella es superior al 92%, según las últimas encuestas. Qué pueblo va a claudicar en su lucha por la democracia y su libertad, cuando sus gobernantes están perseguidos por la justicia internacional, por delitos de lesa humanidad y además ofrecen una recompensa por sus capturas. Así ocurrió con los altos ´gobernantes comunistas, todos terminaron en el cadalso de la conciencia social, que es peor que la muerte. La consigna, es la abolición del comunismo de la actividad política; simplemente, porque es contrario a la inteligencia humana y a las libertades. Más razón es imposible, salvemos a nuestro pueblo para siempre.
Marlon S Jiménez García / Marjimgar54@hotmail.com