Los últimos días en nuestro país han sido negativamente muy noticiosos. Se le dio un nuevo golpe a la libertad de expresión con la salida de Directv de los hogares venezolanos, las protestas sociales han proliferado, cada día más sectores de Venezuela protestan por diferentes motivos y razones, pero lo más peligroso sale de la boca de Nicolás Maduro o Jorge Rodríguez, los casos de COVID-19 vienen en franco aumento y el régimen no lo ha logrado frenar.
Yo siempre parto de esta fórmula, el régimen siempre miente, no importa que, no importa cuando, siempre mienten. Entonces si ellos aseguran que hay mil 200 contagios de COVID-19, yo multiplico por cuatro o cinco esa cifra, por lo que podríamos hablar de seis mil casos de contagios en Venezuela. Los expertos indican que estamos antes las compuertas de propagación del virus y podemos llegar a una verdadera emergencia sanitaria.
Desde este espacio y a través de la redes sociales hemos sido muy persistentes y muy críticos con respecto a las pruebas que el régimen realiza para comprobar los casos de COVID-19; Maduro se jacta de decir que somos el primer país de América en pruebas para determinar contagios y es verdad somos el país con mayores pruebas chimbas del continente, Maduro ha ordenado realizar los test rápidos o pruebas serológicas proporcionadas por China que no sirven para cortar la línea de contagios ni para saber con precisión los pacientes contagiados.
Ellos lo saben, ellos están claros que no pueden manejar la crisis y un ejemplo que me toca vivir a diario es el Zulia. Ya le hemos dedicado muchas líneas a la realidad zuliana a su colapso y deterioro, pero no había detallado las medidas sanitarias para combatir la COVID-19 y es que de verdad a lo que las lean dirán “esta no es verdad”. Los aislamientos de pacientes sospechosos de contagios, los están haciendo en los moteles de Maracaibo, el régimen ha ocupado tres o cuatro moteles de la ciudad y en sus habitaciones están “instalando” a los pacientes.
En Maracaibo no existe ninguna forma de garantizar servicios elementales como agua y electricidad, la mayoría de los moteles de la ciudad no cuentan ni con pozo de agua ni con planta eléctrica, están confinando a pacientes en sitios no aptos, en sitios sin condiciones mínimas para recibir a cualquier tipo de contingencia, una muestra de que el sistema sanitario es un recuerdo, de que los hospitales en el Zulia no cuentan con las camas suficientes para los enfermos, que el personal de primera línea no tiene insumos (guantes, caretas, tapabocas, gel antibacterial) el régimen envió a nuestro personal esencial a una guerra sin armas, es imposible que de esa forma podamos tener resultados positivos y alentadores para la ciudad y el país.
Y a lo antes mencionado, se suma la situación preocupante del centro de Maracaibo, durante semanas se abrió el comercio en el casco central de la ciudad sin la supervisión pertinente, sin verificación sanitaria, sin la obligatoriedad del tapaboca, originando que el centro de Maracaibo se convirtiera en un volcán a punto de hacer erupción. Vendedores de verduras, cepillados, carnicerías, pescaderías y muchos otros más, todos juntos sin distanciamiento social y con el atenuante de que la gran mayoría de los marabinos debemos ir al centro a comprar porque los precios son más accesibles, por supuesto que todo esto agrava la situación.
Yo no quiero y tampoco pretendo hacerle un favor al régimen, pero hoy más que nunca debemos ser precavidos, debemos ganar la batalla, debemos mantener el distanciamiento social, la prevención es clave para ganar este round, no es por Maduro, es por Venezuela y por los venezolanos que necesitamos quedarnos en casa y evitar la propagación del virus.
Pronto podremos abrazar a nuestro seres queridos, pronto volveremos a trabajar, pronto volveremos a las calles de Venezuela. Como lo dije en mi primer artículo, nosotros vamos a prevalecer.
Angel Machado / @angelmachadove