Wilmer Acosta se sintió aliviado por el anuncio de la distribución de gasolina ya que podía surtir sin mayores complicaciones su transporte y movilizar su producción de aguacates. La suerte parecía estar a su lado porque le tocaba en la primera jornada y la necesitaba para llevar su carga desde Yaracuy a Portuguesa.
Pero le tocó vivir un momento amargo cuando al enfrentar las mafias del combustible resultó salvajemente golpeado por una «comisión mixta» de funcionarios policiales y de la Alcaldía de Bruzual, estado Yaracuy, que además le rompieron el salvoconducto, la guía de movilización de sus productos y la constancia de productor.
La denuncia fue realizada por la organización política Vente Venezuela que mostró el estado físico en el cual dejaron convaleciente a Acosta.
Las fotografías muestran los hematomas que quedaron como evidencia de la violencia desatada de los funcionarios que vieron amenazados sus intereses económicos en torno al negocio del combustible.
El hecho se habría presentado en la estación de servicios Maracaibo, ubicada en Chivacoa, cuando luego de esperar horas para equipar su unidad para llevar una carga de aguacate a Guanarito.
La mafia enquistada de la gasolina en la localidad está en componenda entre funcionarios de la alcaldía que actúan a nombre de Carmen Victoria Suárez y los uniformados de la policía regional.
Diario Contraste Noticias