Ciudad de México le declaró la guerra al plástico a inicios de este año, pero la pandemia del nuevo coronavirus ahondó la problemática en un país que desecha anualmente 9.000 millones de envases en los océanos, aseguran oenegés ambientalistas.
Hospitales, comercios y hogares han echado mano de este viejo enemigo, los plásticos de un solo uso, en un intento por evitar los contagios de Covid-19, destacó AFP.
Sin embargo, expertos advierten que esto es una «falsa creencia» porque el virus puede permanecer en las superficies de recipientes y bolsas hasta por tres días.
«Comprar en envases desechables da la falsa creencia de que te estás protegiendo del virus, cuando en realidad no sabes quién lo tocó y puede ser un medio para propagarlo», dijo Ornela Garelli, activista de océanos de Greenpeace México.
Los ecologistas advierten que un incremento de la producción de la industria plástica elevará el riesgo de contaminación en los mares, depósito de enormes cantidades de bolsas y materiales de un solo uso.
México tiene unos 9.300 km de costas sobre el Atlántico y el Pacífico.
Más basura al mar
En abril pasado, en plena expansión del Covid-19, la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC) pidió a varios gobiernos estatales, incluido el de Ciudad de México, revertir la prohibición del uso de bolsas, al considerarlas útiles para frenar la propagación.
Para Esteban García-Peña, director de campañas en pesquerías de Oceana en México, una organización internacional centrada en la conservación y protección de los océanos, dicha solicitud resulta «impensable».
«Todavía no existen los estudios ni las cifras suficientes para saber cuánto plástico adicional ha llegado a los océanos durante la pandemia. Pero si la ley mexicana ya prohibió el uso de plásticos, no se puede ir atrás», opinó.
La ley de Residuos Sólidos de Ciudad de México, en vigor desde este año, busca reducir el consumo frenético del plástico en la urbe de unos nueve millones de habitantes.
La restricción, que por ahora se limita a las bolsas, se ampliará en 2021 a pajillas, vasos, cubiertos, cápsulas de café, globos y tampones.
Aunque no hay cifras oficiales sobre el incremento del uso de desechables durante la crisis, trabajadores de limpieza, citados por el diario La Jornada, aseguran que solo en abril recogieron unas 3.000 toneladas más de basura en la capital.
Los desechos incluyen una importante cantidad de tapabocas y otro material de protección.
García-Peña sostiene que los residuos plásticos que se vierten en aguas mexicanas equivalen a un camión de basura de plástico por minuto. «México desecha al año más de un millón de toneladas de basura plástica, incluidos 6.000 millones de envases de PET (polietileno tereftalato)» utilizado para fabricar botellas, detalla.
Arte para sensibilizar
En el Día Mundial de los Océanos, instaurado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2009 y que se celebró este lunes, activistas buscan recordar con un mural a los senadores mexicanos su responsabilidad de legislar contra la crisis de contaminación plástica que sufren los mares.
Titulado «Chalchiuhtlicue Diosa del Agua», la obra de unos 30 metros de altura y ubicada frente a la sede del Senado en la capital, fue pintada por la mexicana Vera Primavera. En ella retrata a una mujer llorando mientras reconforta a un lobo marino en su regazo.
«Esperamos que el arte por fin inspire y convenza a los senadores para que no llegue más plástico al océano», afirmó García-Peña.
Destacó que en el Congreso mexicano existen unas 40 iniciativas para reformar las leyes sobre reducción y confinamiento de plásticos, que se sumarían a la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos.
Dicha norma, promulgada en 2003, es la máxima ley en México en materia de gestión de residuos y abarca el manejo de material peligroso.
AFP