Gladys Gutiérrez, en el mes de mayo de 2013 se convirtió en la presidenta del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) del régimen de Nicolás Maduro, luego de una carrera en la administración pública en diferentes cargos del gobierno del ex presidente Hugo Chávez.
Comenzó en el Palacio de Miraflores, donde fue directora-jefa de la Oficina de Secretaría del Consejo de Ministros, hasta que en el año 2000 fue designada como ministra consejera de Venezuela en España y más tarde cónsul en Madrid, ciudad en la que ya había cursado un doctorado en el Departamento de Derecho Público de la Universidad Complutense.
En diciembre de 2002 fue nombrada como embajadora de Venezuela en España luego de que el general del Ejército y ex ministro de la Defensa, Raúl Salazar, abandonara la misión tras condenar la represión de la marcha opositora que sirvió de trasfondo del golpe de Estado del 11 de abril. Desde entonces Gutiérrez se encargó de la embajada, donde demostró fidelidad a Chávez y su gobierno.
En 2006 sustituyó a Marisol Plaza como Procuradora General de la República y desde ese cargo formó parte de la comisión presidencial que dirigió la entonces diputada Cilia Flores, que permitió darle curso al proyecto de reforma constitucional que, finalmente, el electorado venezolano rechazó en diciembre de 2007.
Se mantuvo al frente de la Procuraduría General de la República durante cuatro años, hasta el 9 de diciembre de 2010, cuando fue juramentada -junto a otros ocho abogados- como integrante de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.
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