Dos especies animales nuevas y el sinsacro (estructura esquelética) de un perezoso terrestre gigante fueron descubiertos por investigadores locales y extranjeros en la ciudad de Tulum, en el Caribe mexicano, informó este lunes el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
En un comunicado, el INAH apuntó que arqueólogos locales y expertos internacionales identificaron los restos de un reptil y un felino de talla pequeña, con lo que se elevó a 17 las especies extintas y existentes halladas durante la reciente temporada de campo del Proyecto Arqueológico Subacuático Hoyo Negro (cueva inundada) en Tulum, localidad del suroriental estado de Quintana Roo.
La arqueóloga Helena Barba Meinecke, investigadora responsable de la oficina Península de Yucatán de la Subdirección de Arqueología Subacuática (SAS) del INAH, señaló que también se recuperaron muestras de material orgánico y restos óseos de animales que cayeron en la trampa natural de una cueva inundada conocida como Hoyo Negro, durante el Pleistoceno Tardío.
Apuntó que el estudio y análisis de estos materiales, recuperados en noviembre de 2019, “permitirá enriquecer la información que se tiene respecto a cómo era el paleoclima en esta península hace más de 10.000 años”
Además de conocer sobre la dieta y el patrón de movilidad tanto de la fauna y megafauna, así como del grupo al cual pertenecía “Naia”, nombre con el que se conoce al único esqueleto humano encontrado en este sitio, hace tres años, el cual corresponde a una joven que vivió hace casi 13.000 años y murió cuando tenía entre 15 y 17 años de edad.
La herramienta de la tercera dimensión
Con la ayuda de la reconstrucción a través de modelos 3D del Hoyo Negro y del sistema de túneles que conducen al sitio, elaborados por los espeleobuzos Alberto Nava, Roberto Chávez, Alejandro Álvarez y Samuel Meacham, los especialistas identificaron las dos nuevas especies. Ese hallazgo se suma la recuperación de restos óseos de varias especies de perezosos gigantes y osos de cara corta, resaltó el boletín.
El paleontólogo principal del proyecto, Blaine Schubert, señaló que “es la primera vez que se logran extraer restos de este tipo de oso, lo mismo que un cráneo de puercoespín arborícola”, identificado por el doctor Josh Daniels, quien descubrió que “es mucho más grande que las especies mexicanas conocidas” y el primer fósil de este tipo reportado jamás para el Pleistoceno en México.
Durante los trabajos de 2019 también se recuperaron restos óseos de tigre dientes de sable, tapir, pecarí, cánido y tlacuache. Además, se logró extraer esmalte de dientes de tres herbívoros gigantes, así como una estalagmita, fragmentos de carbón y guano de murciélago, dentro del cual se encontraron semillas de palma.
De la extracción del sinsacro del perezoso terrestre (Nohochichak xibalbahkah), el cual constituye una especie y género nuevo, se apuntó que el espécimen recuperado servirá como elemento de referencia al equipo multidisciplinario y está resguardado en el Laboratorio de Arqueozoología de la Subdirección de Laboratorios y Apoyo Académico del INAH.
El equipo de expertos refirió que el complejo proceso de registro y recuperación fue filmado en su totalidad. El proyecto del Hoyo Negro fue creado y co-coordinado por la arqueóloga Pilar Luna Erreguerena (1944-2020) en 2011.
Colprensa