Novak Djokovic acusó a sus críticos de someterlo a una “caza de brujas” después de que su torneo Adria Tour terminara en un fiasco con varios tenistas contagiados de coronavirus, y dijo que aún no está seguro de si jugará el Abierto de Estados Unidos que comienza a fines de agosto.
Las imágenes y videos de los jugadores abrazados en la red, jugando baloncesto y en fiestas publicadas en redes sociales a durante el torneo generaron una ola de críticas.
El número uno del mundo, el serbio Viktor Troicki, el búlgaro Grigor Dimitrov y la croata Borna Coric dieron positivo por el virus y el evento tuvo que ser suspendido.
“Lo único que veo últimamente son críticas, y muchas de ellas son maliciosas”, dijo Djokovic en la edición del miércoles del diario serbio Sportski Zurnal. “Obviamente es más que una crítica, es como una caza de brujas”.
“Todavía no he decidido si jugaré en el US Open, el aumento en los casos registrados de COVID-19 en Estados Unidos y en Nueva York en particular no ayuda al evento”, agregó Djokovic, quien volvió a entrenar en Martes con Troicki.
Djokovic, quien dio negativo después de la segunda prueba que realizó la semana pasada, reconoció errores en la organización del torneo, aunque volvió a destacar que actuó de buena fe.
“Cumplimos con todas las leyes y regulaciones. Pero hemos aprendido nuestras lecciones y algunas cosas probablemente podrían haberse hecho de una manera diferente”, destacó.
Reuters