Cuadrillas retiraron la estatua de Cristóbal Colón del centro de una rotonda en el Capitolio de California el martes, tres semanas después de que líderes legislativos anunciaron que sería removida.
Es la estatua más reciente de Colón y otras figuras coloniales en ser retirada o derribada en Estados Unidos y varias partes del mundo, después de la indignación sobre el racismo generada tras la muerte de George Floyd a manos de la policía en Minneapolis. El sábado pasado, manifestantes de Baltimore lanzaron una estatua del navegante italiano al puerto de la ciudad.
La representación de Colón apelando a la reina Isabel I de Castilla, quien financió su viaje al Nuevo Mundo en 1492 que desencadenó la colonización europea en América y la muerte de indígenas, había estado dentro del edificio del Capitolio desde 1883.
“No podemos corregir los errores de nuestro pasado, pero podemos reconocerlos y comprometernos a construir un futuro más equitativo y justo para todos”, dijo el gobernador Gavin Newsom en un tuit. “La acción es simbólica, pero un reconocimiento importante de esa promesa”, añadió.
Los legisladores decidieron retirar la estatua “considerando el impacto mortal que tuvo su llegada a este hemisferio en las poblaciones indígenas”, señaló un comunicado conjunto de la presidenta Pro Tempore del Senado, Toni Atkins, del presidente de la Asamblea de California, Anthony Rendon, y del presidente de la Comisión de Reglas de la Asamblea, Ken Cooley, el cual fue emitido en junio, cuando se anunció la decisión.
El edificio del Capitolio de California cerró el lunes por un brote de coronavirus, luego de que una asambleísta y cuatro miembros del personal dieron positivo a COVID-19. La oficina del presidente de la Asamblea dijo que el edificio permanecerá cerrado hasta nuevo aviso para su “limpieza y desinfección”.
En la década de 1970, la estatua de Colón fue retirada temporalmente durante una renovación del Capitolio. En ese entonces, algunos grupos de nativos norteamericanos y latinos dijeron que era momento de retirarla para siempre, pero regresó.
La estatua fue un regalo de Darius Ogden Mills, un banquero que había abogado para que el Capitolio de California se construyera en Sacramento.
AP