En un país que tiene uno de los índices más bajos de contagios por coronavirus, según cifras oficiales, la probabilidad de contraer la enfermedad es remota para cualquier ciudadano, excepto para los políticos, que se han vuelto un blanco de la COVID-19, justo cuando empieza a desatarse en Venezuela, tras varios meses de relativa contención.
Con el balance actual de poco más de 10.000 casos, la estadística diría que 1 de cada 3.000 venezolanos se ha infectado, pero para alcaldes, gobernadores, ministros o legisladores la proporción es más cerrada y cada día más arriesgada debido al afán de estos políticos por dejarse ver en la calle, donde campea el virus.
Ante esta situación, la Constituyente chavista, Noris Herrera anunció este lunes que dio positivo al COVID-19.
«Hoy me toca librar la batalla contra el COVID-19. Ya asumiendo el protocolo de atención para los casos positivos y agradeciendo a Nuestro Sistema de Salud por sus atenciones. Saldremos Victoriosos de esta batalla», expresó mediante Twitter.
Cabe destacar que también el constituyente chavista Juan Carlos Alemán informó este domingo que está en tratamiento para la COVID-19 tras dar positivo a la enfermedad.
«A mis camaradas y amig@s. Luego de varios días de dura lucha contra este enemigo invisible. Hoy los médicos que me atienden me informan que vamos ganándole la batalla al Covid-19», informó Alemán en un mensaje divulgado en Twitter.
SE CONTAGIA EL NÚMERO DOS DEL CHAVISMO
El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), Diosdado Cabello, anunció el día 9 que había sido contagiado. Desde entonces, ha dado partes de su enfermedad a través de Twitter, en los que se ha referido a lo «duro» del tratamiento, sin dejar de asegurar que lo ha cumplido al pie de la letra.
Cabello ha sido, hasta el momento, lo más alto a lo que apuntó la COVID-19 en la política venezolana, pues se asentó en el cuerpo del hombre que preside un foro con poder incontestable, y que es cabeza y motor del partido oficialista, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
Su enfermedad es vista como un asunto de Estado y, como tal, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha dicho estar pendiente de la salud de Cabello, quien «va bien en su batalla».
El propio Cabello difundió una declaración en la que envió un mensaje de tranquilidad a la militancia del PSUV y ha agradecido todas las muestras de apoyo, tanto del partido como del Ejecutivo, entre ellas a Maduro por haberle enviado una estatuilla de José Gregorio Hernández, un médico fallecido en 1919 y venerado santo en el país, pese a no serlo.
SE PROPAGA EN LA CONSTITUYENTE
Una semana antes de que Cabello confirmara su enfermedad, había presidido una sesión de la ANC, que agrupa a cerca de 500 miembros en un lugar cerrado, e incluso ofreció un discurso y moderó el debate haciendo un uso intermitente de la mascarilla.
Luego de que el poderoso dirigente chavista anunciara su infección, otros tres miembros de la ANC, un foro integrado solo por oficialistas y no reconocido por buena parte de la comunidad internacional, han pasado a la lista de casos positivos.
Se trata de la subsecretaria Carolys Hernández y los constituyentes Gerardo Márquez y Fidel Madroñero. Según información difundida por ellos mismos ninguno reviste gravedad y se encuentran «aislados», aunque se desconoce si están internados en centros de salud, como ordenó Maduro, de manera obligatoria, a todos los infectados.
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